Panamá Nacionales - 

El virus no disminuye la criminalidad y la violencia en Panamá

José Iván Ramos
Por José Iván Ramos

Mientras la sociedad panameña enfrenta un creciente número de fallecimientos causados por el coronavirus, simultáneamente sigue afectada por la violencia y otra forma de muerte: los homicidios. La cuarentena absoluta durante los meses de abril y mayo, y los toque de queda para ayudar a controlar la propagación del virus, no han contribuido a la disminución de la criminalidad y la violencia.

Con la suspensión de actividades y las restricciones de movilidad en todo el país había menos personas en los espacios públicos y las calles eran más fáciles de vigilar. Quizás eso contribuyó a la disminución momentánea del número de homicidios en abril, el primer mes de confinamiento absoluto donde ocurrieron 32 asesinatos, la cifra más baja con relación a los tres meses anteriores del año 2020.

Pero esa notoria baja de los homicidios del mes abril duró poco. Según el Centro de Estadísticas del Ministerio Público la violencia durante el mes de mayo, el segundo mes de cuarentena, se disparó nuevamente al registrar 55 asesinatos, 23 más que el mes precedente. Esta cifra ubica a mayo como el segundo mes con más homicidios en lo que va del año.

Los 32 homicidios ocurridos en el mes de abril pusieron fin a una tendencia hacia la baja que venía produciéndose desde el mes de enero que registró 65 asesinatos a nivel nacional, es decir, un promedio de alrededor de dos homicidios por día. En febrero los crímenes violentos descendieron a 45 y marzo con uno menos registró 44 asesinatos.

Hasta ahora enero, con unas 65 personas asesinadas, es el mes más violento del año 2020. Según el criminólogo de la Universidad de Panamá Carlos González esa alta tasa de homicidios en enero se debió a la retaliación o represalias en la guerra de pandillas tras la masacre de la cárcel La Joyita ocurrida el 17 de diciembre de2019, donde murieron 13 reclusos y 14 quedaron heridos.    

Opina el especialista, que el confinamiento de los meses de abril y mayo debió haber traído como consecuencia menos oportunidades para realizar crímenes (extorsión, asaltos e incluso asesinatos), pero la evidencia sugiere que el virus no corrió al crimen organizado ni a las bandas de narcotraficantes que siguieron cobrando vidas.

En el mes de mayo ocurrieron dobles y hasta triples asesinatos. El primero fue el caso de los tres pescadores encontrados sin vida en un manglar del sector de El Líbano en Punta Chame. Varios días después se dio con el hallazgo de tres personas ejecutadas en el sector de El Chumical de Vacamonte, distrito de Arraiján. Otra tiple ejecución con armas de guerra como AK 47 y un fusil M16 se registró en la comunidad de Tres Quebradas en la Provincia de Los Santos, hecho que conmovió a esta pacífica región del interior del país, donde nunca se habían visto estos niveles de violencia armada.

Durante el pasado mes también ocurrieron dobles asesinatos entre ellos el de un padre y su hijo de 7 años en el sector de Buena Vista, Corregimiento de Tocumen. Pero quizás el crimen que más impactó a la comunidad ocurrió el 20 de mayo en el PH Residencial Parque del Este en Campo Limberg, Corregimiento de Juan  Díaz, donde aprovechando el encierro por la cuarentena, una joven asesinó y descuartizó a su madre. El siniestro hecho se convirtió en el primer matricidio ocurrido en 20 años, luego del ocurrido en junio del año 2000 cuando la doctora Jessica Mendoza le quitó la vida a su progenitora con un punzón. Estos crímenes que le dieron un tinte sangriento al mes de mayo realmente impactaron al país durante la cuarentena.

Van 242 asesinatos a nivel nacional en lo que va del año, de acuerdo a las autoridades judiciales y de investigación. Según el Ministerio Público de esa cantidad unos 34 fueron ejecuciones a manos de sicarios, modalidad con la que bandas organizadas matan con extrema violencia y saña.

Las cifras clasifican las regiones más violentas del país en su orden: La provincia de Panamá con 87 asesinatos, Panamá Oeste se ubica en el segundo lugar con 55, seguida de Colón con 40 y en un cuarto lugar el distrito de San Miguelito con 25 homicidios. De las 242 muertes contabilizadas hasta mayo 51 o sea, un 21% fueron jóvenes de entre 18 y 24 años mientras que el 63% del total eran individuos que no llegaban a los 40 años.

FEMICIDIOS SE INCREMENTAN

Desde mediados de marzo, cuando se les pidió a los panameños que se recluyeran en sus casas, el fenómeno de violencia doméstica también aumentó a niveles alarmantes, registrando un total de 6 mil 697 denuncias a nivel nacional, mientras que el total acumulado hasta mayo registra unos 16 femicidios, nueve muertes violentas y tres tentativas de femicidio. Cinco de estos casos ocurrieron en la comarca Ngäbe-Buglé. Las estadísticas del Ministerio Público indican que los femicidios se aumentaron casi cuatro veces en comparación con el mismo periodo del año pasado

 La mujer es víctima de femicidio cuando la acción es ejecutada por un hombre dentro del entorno familiar, mientras que la muerte violenta ocurre fuera del hogar y en circunstancias diversas. Las estadísticas de muertes violentas también aumentaron en comparación con el mismo periodo de 2019.

La abogada Gilma De León presidenta de organización Fundagénero, que trabaja en la capacitación de las mujeres, dijo a Telemetro estar muy preocupada por la situación porque con apenas cinco meses transcurridos la cifra de mujeres víctimas de femicidio ya está muy cerca de superar todos los ocurridos en el año 2019 que registró 21 casos. 

Agrega la especialista que hay una creciente preocupación en Panamá y por toda América Latina por el aumento de casos de violencia doméstica causado por los confinamientos. Consecuencia de la crisis laboral creada por la pandemia muchos hombres están volcando sus frustraciones contra sus parejas y familiares lo que está generando más casos de violencia en el hogar. “Por el temor al virus y seguridad de sus seres queridos, las mujeres prefieren aguantar los abusos, antes que exponerse”, dice.

En Argentina, por ejemplo, el gobierno ha instado a las mujeres que estén siendo víctimas de abuso doméstico a que cuando van a la farmacia pidan una mascarilla roja. Es un mensaje en código para contactar a las autoridades.

En ese sentido la licenciada De León también insta a cualquier mujer que sea víctima de maltrato en el hogar que acuda a las líneas de auxilio de la policía o familiares y que lo denuncie. En medio de la crisis pandémica, el Instituto Nacional de la Mujer también habilitó la línea de orientación 323-3281, en la que están atendiendo las 24 horas, los siete días de la semana.