NUEVA YORK ( AFP ) El primer ministro británico, David Cameron, estimó el miércoles en un discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas que la sangre de los niños muertos en Siria manchaba la reputación de la ONU.
"La sangre de esos niños es una mancha terrible en la reputación de Naciones Unidas", estimó, agregando que esto también involucra en particular a "aquellos que no se opusieron a estas atrocidades y en algunos casos se volvieron cómplices del reino del terror de (el presidente sirio Bashar al-Asad".
Cameron hizo así referencia implícita a Rusia y China, que han bloqueado de manera sistemática todo intento del Consejo de Seguridad de la ONU de sancionar a Siria,
"El futuro de Siria es un futuro sin Asad", concluyó el priemr ministro británico, en coincidencia con lo manifestado el martes en la apertura de la Asamblea General por el presidente estadounidense, Barack Obama.