La periodista Sara Carbonero no ha dudado en compartir con todos los lectores de su blog personal en la revista Elle la última anécdota protagonizada por su primogénito Martín, fruto de su sólida relación con el futbolista Iker Casillas, durante una visita reciente a una juguetería en la que la reportera tenía planeado adquirir un regalo para uno de los mejores amigos de su hijo.
A pesar de que quería evitar a toda costa tener que comprar un segundo juguete para el pequeño durante su breve estancia en la tienda, de alguna forma Martín echó mano de sus habilidades para la persuasión y, aprovechando el "blando" carácter de su famosa madre, la convenció rápidamente de que le ayudara a ampliar su colección de réplicas de animales con un diminuto pero "realista" oso polar.
"A Kiko, el amiguito de Martín, le gustan mucho las motos, así que nos dirigimos hacia esa zona. Pero mi hijo salió corriendo entusiasmado hacia la zona donde se encontraban las figuritas de animales, unas figuras tan realistas que parecen de verdad. En casa ya tenemos unas cuantas, porque a Martín le encantan, y se pasa el día ordenándolas por familias, poniéndolos en fila, inventando conversaciones entre ellos...", relató la estrella televisiva justo antes de revelarse como una madre algo permisiva cuando la situación lo merece.
"Y claro, ante lo único que había despertado su curiosidad en toda la mañana, llegó la pregunta: 'Mami, ¿puedo llevarme uno a casa?'. Y yo, que me había prometido que no iba a ser blanda al verle con el osito en la mano, no supe decirle que no. En cambio le dije: 'Pero si ya tenemos en casa unos osos'. Y él me respondió: 'No, mamá, nos falta el oso polar'", añadió en la misma publicación.
Pero más allá de las dificultades que entraña negociar con un niño pequeño sobre lo que puede y no puede tener, Sara Carbonero también ha aprovechado la experiencia para reflexionar sobre un tema que no ha dejado de generar debate en los últimos tiempos: el hecho de que a los más pequeños se les impone desde su más tierna infancia arquetipos muy limitados de lo que implica pertenecer a un sexo u otro y que, como destaca la periodista, limitan su libertad de elección y su creatividad.
"Cuando íbamos a pagar, un señor que estaba con su hijo en la fila empezó a hablar con nosotros. En su cesta, llevaba un camión y dos coches de policía y preguntó a Martín si le gustaban. Él le enseñó el oso y unos elefantes que siempre lleva consigo, y entonces el señor le dijo: 'Ya es hora de que te gusten los coches y los camiones, que son mucho más divertidos que los animales'. El señor lo dijo con toda su buena intención, pero me hizo pensar [...] A medida que nos vamos haciendo mayores, perdemos espontaneidad, por eso de que hay que guardar las formas, y también perdemos la capacidad de imaginar. Acabamos ceñidos a ciertas rutinas, horarios, protocolos y unas normas sobre lo que nos tiene que gustar. Creo que tenemos que aprender mucho de los niños y el mejor legado que podemos dejarles es la libertad", expresó.
FUENTE: BANG showbiz