La Capilla Sixtina ya está preparada para el inicio del Cónclave, en el que los cardenales electores se reunirán para elegir al nuevo Papa. En la llamada Sala de las Lágrimas, donde el pontífice electo se retira brevemente tras su elección, ya se encuentran dispuestas las tradicionales sotanas blancas en tres tallas, junto con la muceta y la estola que utilizará para impartir su primera bendición Urbi et Orbi.
Durante la duodécima y última congregación previa al Cónclave, celebrada este martes, se llevó a cabo un acto simbólico de gran significado: la anulación del Anillo del Pescador y del Sello de Plomo pertenecientes al papa Francisco, un procedimiento habitual tras la muerte o renuncia de un pontífice.
Cardenales concluyen reuniones preparatorias al Cónclave
El Anillo del Pescador, una sortija de oro macizo con el nombre del Papa grabado en latín, era tradicionalmente utilizado para sellar documentos oficiales. Como dicta el protocolo, su anverso fue rayado, junto con el sello papal, para evitar cualquier intento de falsificación.
Con estos actos, la Iglesia católica concluye la etapa de sede vacante y se alista para anunciar al nuevo líder espiritual de más de mil millones de fieles en el mundo.