Personas que llevan años esperando respuesta a sus pedidos de asilo deberán seguir aguardando, pues el gobierno estadounidense decidió dar prioridad a las solicitudes más recientes.
La medida anunciada el miércoles busca impedir que la gente solicite asilo en la esperanza de que el trámite se demore y mientras tanto consigan permisos de trabajo a pesar de que no satisfacen los requisitos para recibir protección, al tiempo que se da a las personas que realmente le escapan a la persecución la posibilidad de radicarse aquí, según dijo el Servicio de Ciudadanía e Inmigración.
Más de 300.000 personas están esperando respuesta a sus solicitudes de asilo, comparado con las 16.000 de julio del 2012.
Muchas llevan esperando tres o cuatro años tan solo por una entrevista. Si bien pueden conseguir permisos de trabajo durante ese lapso, no pueden traer a sus parientes, lo que implica que pasan años separados de sus esposos e hijos, que pueden correr peligro en sus países.
Abogados especializados en casos de inmigración dicen que la nueva política es absurda y aumentará a espera de los que llevan esperando más tiempo. Agregan que el gobierno adoptó una política parecida hace algunos años, antes de que se registrase un aumento en las llegadas a través de la frontera con México, pero que a muchos solicitantes se les demoró la entrevista y que esto no impidió que la gente siguiese pidiendo asilo.
“Va a ser un caos”, afirmó Jason Dzubow, abogado de inmigración de Washington. “Sea cual sea la cantidad de casos que les llegan por semana, no van a dar abasto”.
Desde que llegó Donald Trump a la presidencia y se redujo el programa de refugiados, se asignaron más empleados al procesamiento de las solicitudes de asilo, de acuerdo con L. Francis Cissna, director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración.
“Hay muchos casos frívolos, gente que no satisface los requisitos, que hace presentaciones fraudulentas, pero también hay gente con solicitudes muy legítimas”, declaró en una entrevista el año pasado en Los Ángeles. “El hecho de que el atraso sea tan grande les hace daño”.
Hay dos formas de pedir asilo en Estados Unidos. Quienes llegan con visas turísticas, estudiantiles o de otro tipo pueden llenar solicitudes y ser entrevistados en oficinas del gobierno.
Aquellas personas cuyas solicitudes no son aprobadas --lo mismo que cualquier inmigrante que va a ser deportado-- pueden pedir asilo ante un tribunal de inmigración. Pero el atraso es tan grande, si no mayor, que el de las oficinas de asilo.
La espera causa estrés e incertidumbre en personas que ya sobrellevan las tensiones asociadas con la vida en un nuevo país y la separación de sus familias.
Un sirio de 34 años que solicitó asilo dice que le cuesta conseguir trabajo como ingeniero porque los potenciales empleadores no saben el tiempo podrá permanecer en el país. Tampoco se anima a comprar una casa por su situación incierta.
“Hay incertidumbre por todos lados y tú literalmente vas a morir si regresas”, declaró el hombre, que vino con visa de estudiante y pidió no ser identificado por temor a represalias del gobierno estadounidense y del sirio. ”Tienes que tratar de averiguar cuáles son todas tus opciones legales y golpear todas las puertas”.
Las demoras pueden alentar a algunos inmigrantes a solicitar asilo a pesar de que saben que no satisfacen los requisitos. Ello les permitiría trabajar legalmente en el país por varios años antes de enfrentar procesos de deportación y después esperar años por una audiencia. Quienes pasen más de una década en este limbo pueden solicitar un permiso de residencia especial.
La tramitación de las solicitudes se atrasó con la llegada reciente de decenas de miles de menores centroamericanos que pedían asilo. Las autoridades dieron prioridad a esos casos y los demás de fueron apilando.
A fines del 2017, empleados de las oficinas de asilo del sur de California estaban entrevistando a personas que habían presentado sus solicitudes tras años antes.
La agencia recibe más solicitudes que las que tramita cada mes. En septiembre llegaron unos 8.800 pedidos y se completó el procesamiento de unos 5.500, según información del gobierno.
Abogados de inmigración dicen que a veces la gente se divorcia después de estar separada tanto tiempo o de quedar en la calle, tras gastar todo el dinero que tenían mientras esperaban por un permiso de trabajo. Las largas esperas, por otro lado, hacen que a veces cambien las condiciones en un país o que testigos clave mueran.
FUENTE: AP