Los gobernantes de Estados Unidos, China y otros miembros del Grupo de las 20 mayores economías del mundo, que se reúnen este fin de semana, dicen que hace falta más comercio para reavivar el renqueante crecimiento mundial, pero al mismo tiempo estrechan sus controles a las importaciones.
China espera que su posición de como anfitrión del G20 le dé más poder de influencia en la gestión de la economía global, y ha convertido el comercio en el tema central de la cumbre en Hangzhou, una pintoresca ciudad junto a un lago al suroeste de Shangai. Las autoridades chinas indican que Beijing propondrá un plan para fomentar el comercio a través de la cooperación financiera, fiscal y energética.
Los gobiernos también han dicho que quieren abordar el cambio climático, los esfuerzos por reducir la capacidad de sobreproducción en el acero y otras industrias y limitar el empleo de paraísos fiscales, aunque no se esperan acuerdos detallados.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama; la canciller de Alemania, Angela Merkel y otros líderes hablarán en contra del proteccionismo, según sus gobiernos. Pero al mismo tiempo, los países del G30 aumentan sus restricciones a las importaciones de acero y otros productos, lo que plantea el temor a que el apoyo al comercio global se esté erosionando.
Será la primera cumbre global de la primera ministra británica, Theresa May, después del referendo en su país del pasado junio a favor de abandonar la Unión Europea, una decisión que algunos analistas políticos han interpretado como el inicio de una posible oleada de países que se alejan de la integración económica. En Estados Unidos, Francia y otros lugares, los políticos piden protección para las industrias locales.
"El proteccionismo está reapareciendo", comentó un viceministro chino de Exteriores, Li Baodong. "En muchas parte del mundo hemos visto llamadas a la desglobalización".
El número de restricciones impuestas por gobiernos de todo el mundo sobre importaciones de distintos productos, desde piezas de maquinaria a azúcar, subió a 150 en el primer trimestre del año, según los investigadores Simon J. Evenett y Johannes Fritz, del Centro de Investigación de Política Económica en Londres. La cifra es un aumento desde las entre 50 y 100 medidas aprobadas en los mismos periodos de los años entre 2010 y 2015.
Estados Unidos ha impuesto aranceles de hasta el 500% al acero chino para compensar lo que considera subsidios injustos. Sindicatos de trabajadores europeos del acero han pedido que se investiguen las exportaciones baratas de acero chino, afirmando que amenazan miles de empleos. China replicó en abril subiendo sus propios aranceles al acero europeo.
"En un mundo donde el comercio global ya no crece, los gobiernos podrían concluir que conseguir porciones más grandes del mercado mundial requiere en definitiva inclinar el entorno comercial en contra de las firmas extranjeras", dijeron Evenett y Fritz en un informe el pasado julio.
Eso plantea la posibilidad de un "círculo vicioso" de gobiernos que responden a la debilidad del comercio tomando más medidas para proteger a sus empresas, deprimiendo aún más el comercio, señalaron los expertos.
FUENTE: AP