Tras unas agradables compras por Beverly Hills ayer lunes, Kim Kardashian vio como su inmaculado Rolls Royce había recibido una multa de aparcamiento durante el tiempo en el que había estado ausente. De nada sirvieron los 100 dólares que a principio de la jornada la guapa Kim había dado a una persona para que cuidara su automóvil.
No es la primera vez que la estrella de la televisión estadounidense recibe una amonestación; ya el año pasado fue multada tras tratar de dejar atrás a los paparazzi que la perseguían por Los Ángeles. En aquella ocasión, la policía mostró su enfado por la situación, ya que el suceso había podido poner en peligro la vida no solo de Kim o de los fotógrafos sino de cualquiera -transeúnte o automovilista- que se encontrara en la zona en ese momento. Además de a los propios policías.Un incidente similar se produjo el pasado fin de semana, en esa ocasión con Kylie Jenner al volante. La hermana de Kim, de 16 años, conducía con exceso de velocidad su lujoso Mercedes Benz, por lo que fue multada.