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Indígenas y campesinos se enfrentan a PN en Panamá por hidroeléctica

CIUDAD DE PANAMÁ ( AFP ) Indígenas y campesinos de Panamá chocaron con la Policía por segundo día consecutivo este sábado, en el marco de protestas en rechazo de un proyecto hidroeléctrico que según los manifestantes podría afectar a más de 36.000 personas, aseguró una dirigente indígena.

Los principales enfrentamientos se produjeron en Viguí, en la frontera entre las provincias de Veraguas y Chiriquí, al oeste del país, donde las autoridades reprimieron con material antidisturbio a decenas de manifestantes, quienes según las autoridades pretendían bloquear el tránsito por la vía Interamericana, principal ruta hacia Costa Rica.

Los manifestantes se defendieron con piedras y objetos contundentes y levantaron barricadas en varias vías con troncos y ramas, provocando la intervención de la Policía, cuyos agentes persiguieron a indígenas y campesinos por las tierras y montes adyacentes.

"No se cerró la vía Interamericana. La gente se estaba manifestando pacíficamente para pedir el cierre de (el proyecto hidroeléctrico) Barro Blanco y la Policía los atacó", dijo a la AFP la cacique general de la Comarca (indígena) Ngöbe Buglé, Silvia Carrera.

Según Carrera, este es el segundo día de enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes, quienes exigen el cierre del proyecto hidroeléctrico de Barro Blanco.

Indígenas y campesinos temen la inundación de tierras en cuatro comunidades de la Comarca indígena Ngöbe Buglé, al oeste del país, por este proyecto hidroeléctrico en el río Tabasará.

"Ese proyecto va a afectar a más de 36.000 personas directa e indirectamente", dijo Carrera, según quien "el pueblo no quiere vender ni regalar sus tierras" para proyectos energéticos.

Aunque algunas fuentes indígenas aseguran que hay cuatro detenidos y un número indeterminado de heridos, la Policía no ha confirmado esta información.

"Debe haber heridos", dijo Carrera, para quien el gobierno panameño "tiene interés" en vender las tierras indígenas para diferentes proyectos energéticos.

El gobierno panameño defiende la construcción de hidroeléctricas, aprovechando la potencialidad de la enorme cuenca hidrográfica del país con el fin de abaratar el costo de la energía.

"Si nosotros no aprovechamos responsablemente los recursos hidroeléctricos estamos condenando a las futuras generaciones a vivir y depender del precio del petróleo y eso sería irresponsable", alegó recientemente el ministro de Gobierno, Jorge Ricardo Fábrega, ante otras protestas similares.

Gobierno e indígenas protagonizaron el año pasado un diálogo, con mediación de Naciones Unidas, tras violentos enfrentamientos que dejaron al menos dos muertos por la negativa de los nativos a que sus tierras sean utilizadas para proyectos mineros e hidroeléctricos.

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