A través del Plan de Ordenamiento Territorial del distrito de Panamá se busca regular el crecimiento de la ciudad y promover la creación de un territorio resiliente.
“No podemos seguir mirando la ciudad como parche o medio de improvisación, tenemos que organizarnos...la herramienta más valiosa que vamos a dejar es el plan de reordenamiento territorial...es un tema de mirar el territorio como un todo, analizar problemas e ir resolviendolo de forma planificada”, dijo Raisa Banfield, alcaldesa encargada del distrito de Panamá.
Banfield explicó que las inundaciones en la ciudad de Panamá se dan por diferentes situaciones como problemas en alcantarillados, mal manejo de ríos, basura y pérdida de mangleares, por lo que es importante contar con un instrumento o hoja de ruta.
En ese sentido, Banfield dijo que la única garantía de que el proyecto pueda continuar en próximas administraciones es a través del empoderamiento de la ciudadanía de cara a la planificación.
“Si para los próximos 10 o 20 años la ciudad va a crecer hacia allá, hacia allá es donde tenemos que llevar agua, nuevos drenajes y línea del metro, si sabemos que la ciudad es vulnerable no podemos seguir ignorando el tema”, señaló la alcaldesa encargada.
Manuel Trute, director de planificación de la Alcaldía, dijo que el plan de ordenamiento tiene por objetivo identificar científicamente dónde deben estar las infraestructuras dentro del distrito, la actividad humana, suelo para vivienda y donde se debe programar el suelo para actividades económicas.
“Son las reglas del juego para una ciudad que no tiene reglas en este momento”, señaló.
De acuerdo con el Municipio de Panamá, para la construcción del plan se desarrollaron 23 talleres participativos, con una asistencia de 854 personas, 12 reuniones de presentaciones con participación de 351 personas.
Cada uno de los talleres se ha divido en dos fases, la primera fase, de explicación del método empleado para construir el resultado y una segunda fase en la que los asistentes, validan, proponen y aportan sus conocimientos para construir de manera colaborativa el producto.
FUENTE: Catherine Perea