Iris es una niña británica con un extraordinario talento artístico, cuyo autismo le impedía comunicarse de la misma forma que otros niños de su edad. Gracias a su mascota Thula, ha sobrellevado mejor su padecimiento.
Actualmente Iris tiene cinco años. Sus padres conocieron el diagnóstico en el 2011 e intentaron la terapia equina, pero la niña mostraba poco interés en el animal; posteriormente compraron un perro, sin embargo la energía del animal parecía estresar a la pequeña.
El arte sirvió a Iris como una forma de expresión , logrando hermosas pinturas. Éstas son vendidas por cientos de dólares, dinero que sus padres utilizan para pagar sus terapias, costear su talento y donar a las campañas sobre autismo.
Un día, durante una reunión familiar, Iris vio un gato siberiano e inmediatamente percibieron la conexión entre la niña y el felino. Su madre supo que habían encontrado al animal perfecto y decidieron adquirir a Thula, un gato de raza Maine Coon, cuyo apacible carácter ha ayudado a Iris a mejorar sus habilidades comunicativas.
Iris y Thula se han convertido en compañeros inseparables. Desde la primera noche, el gato durmió en los brazos de Iris, quien poco a poco comenzó a hablarle para darle instrucciones e incluso le ha servido de inspiración para sus pinturas.