Luego de la flamante noche boda, la suerte de muchos vestidos de novia es permanecer cuidadosamente guardados cual pieza de museo, ya sea en una caja o un armario, como un costoso recuerdo de esas horas de magia y felicidad.
Una mujer de Boston decidió que usará su vestido en cada aniversario, mientras siga entrando en él, independientemente de dónde sea la celebración... y lo ha cumplido.
Luego de dos años de matrimonio Samantha Burns mira orgullosa su vestido, que ya colecciona algunas manchas de memorables actividades en canchas de golf, restaurantes, heladerías y cruceros.
Además de la íntima complicidad entre ella y su pareja, que ríen de solo mirarse al crear nuevos y divertidos recuerdos, Samantha tiene otras motivaciones prácticas para su tradición, y espera que otras mujeres la imiten. A continuación, algunas de ellas:
- Haz valer tu dinero: pagas un brazo y una pierna por él, así que deberías darle el mayor uso posible.
- Inspiración “fitness”: míralo como un reto o inspiración para mentenerte en forma.
- Conviértete en celebridad por un día: al lucir así de hermosa y divertida, sin duda serás el centro de atención.