EU Internacionales - 

Obama atrae a ex asesores de Bill Clinton

WASHINGTON (AFP) - El candidato presidencial demócrata Barack Obama se rodea de pesos pesados del equipo del ex presidente estadounidense Bill Clinton, mientras su rival John McCain marca su distancia con la Casa Blanca de George W. Bush aunque asume los dogmas del partido Republicano.

Desde que aseguró la candidatura demócrata, Obama rearmó su equipo, sin por ello alejarse del entorno que lo acompañaba desde que lanzó campaña.

Su afinidad con ajenos al microcosmos de Washington condujo a veces a meteduras de pata, como cuando una consejera (no remunerada) en política extranjera, Samantha Powers, debió retirarse luego de haber tildado de monstruo a Hillary Clinton.

O cuando el economista Austan Goolsbee, también no remunerado, fue citado en los medios canadienses por haber dado a entender que Obama era menos opuesto al Tratado de Libre Comercio de América del Norte que lo que mostraba en su campaña.

Pero, criticado por su falta de experiencia, pues lleva menos de cuatro años en el Senado, Obama atrajo a pesos pesados formados en el gobierno de Bill Clinton (1993-2001).

Consiguió a respetados ex legisladores, como el ex presidente de la comisión de Relaciones Exteriores Sam Nunn y al ex copresidente de la comisión independiente de investigación de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Lee Hamilton.

Su principal portavoz en política extranjera es Susan Rice, ex subsecretaria de Estado encargada de Africa.

Sus filas se engrosaron el miércoles con el anuncio de un "grupo de trabajo de alto nivel", con símbolos de la era Clinton: los ex secretarios de Estado Madeleine Albright y Warren Christopher, y el ex secretario de Defensa William Perry.

Un hecho que podría beneficiar a la economía fue la designación de Jason Furman, próximo al ex secretario del Tesoro de Clinton, Robert Rubin, nombrado director de política económica.

En cambio, Obama no dudó de marcar distancia entre su equipo y el mundo de Washington, al punto que instaló parte del partido en su feudo de Chicago en vez de hacerlo en la capital.

Su estratega es David Axelrod, nacido en Nueva York pero instalado en Chicago hace décadas, quien siempre ha rehusado mudarse a Washington.

Es el mismo caso de David Plouffe, arquitecto de su campaña anticonformista que permitió a Obama adjudicarse la candidatura demócrata, gracias al cúmulo de victorias en estados pequeños descuidados por su rival Hillary Clinton.

En tanto, entre los principales consejeros de McCain hay pocos nombres conocidos por el público, y ninguno directamente ligado al impopular gobierno de Bush.

Pero en política extranjera, quienes dominan su equipo son neoconservadores, la influyente corriente de pensamiento que inspiró la acción de Bush desde los atentados del 11 de septiembre.

Es el caso de Randy Scheunemann, su principal portavoz en política exterior, quien en 2002 fundó el Comité para la Liberación de Irak, que promovió la guerra iniciada al año siguiente.

Scheunemann y Robert Kagan, otro asesor de McCain, dirigen el neoconservador Project for a New American Century, que defiende una línea dura frente a Irak, Irán, Cuba y Corea del Norte, e incluso frente a Rusia, a la que propone excluir del G8.

En economía, las inspiraciones de McCain son muy diversas.

Su principal portavoz económico es Douglas Holtz-Eakin, ex jefe de la Oficina de Presupuesto del Congreso, muy puntilloso sobre la ortodoxia presupuestaria y listo para denunciar los programas sociales prometidos por Obama.

Parte de la comunicación económica fue entregada a la telegénica Carly Fiorina, ex presidenta de Hewlett-Packard criticada en el mundo de negocios por haber presidido la difícil fusión con Compaq, cuyos mensajes suelen hablar de los beneficios de una baja impositiva.

En temas de justicia, sobre los que cultivó su diferencia con Bush en el Senado, McCain utiliza cada vez más al ex alcalde neoyorquino Rudolph Giuliani, así como al actor Fred Thompson, ex rivales suyos en las primarias.

En esta nota: