Rusia mató a más de 9.000 personas en su ofensiva aérea de un año en Siria, dijo el viernes un grupo opositor que controla el conflicto que ha devastado el país.
Entre las víctimas de la aviación rusa hay civiles y combatientes, incluyendo rebeldes y miembros de milicias como Estado Islámico o una facción vinculada a Al Qaeda, señaló el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.
Moscú comenzó su campaña de ataques aéreos en Siria, respaldando a las fuerzas del presidente Bashar Assad, el 30 de septiembre de 2015. Su participación cambió el curso de la guerra en favor de Damasco.
Activistas de la oposición culpan a Rusia de la reciente campaña de bombardeos contra vecindarios rebeldes en la ciudad de Alepo que mató a más de 200 civiles en las dos últimas semanas y derribó edificios.
En total, en los ataques aéreos del último año perdieron la vida 9.364 personas, según el Observatorio.