SALUD Salud y Bienestar -  6 de octubre de 2014 - 05:00

Conozca la necesidad del hierro y los efectos de su exceso

"El hierro es el metal pesado más importante en el ser humano", afirma Valentín Cabañas Perianes, hematólogo del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia (Sureste de España) y miembro de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia. El especialista explica que la concentración total de hierro de un adulto normal es de entre 3,5 y 5 gramos y es mayor en los varones que en las mujeres.

La gran mayoría del hierro se encuentra dentro de las células. El doctor Cabañas detalla que entre el 65% y el 70% del hierro total del organismo forma parte del grupo hemo de la hemoglobina, una proteína que está en el interior de los glóbulos rojos y que es esencial en la captación y transporte de oxígeno a todos los tejidos del cuerpo humano.

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Por otra parte, entre el 4% y el 6% del hierro "se dispone en la mioglobina, una proteína implicada en el almacenamiento de oxígeno. Mientras, otra proporción más pequeña se encuentra en enzimas tisulares (citocromos, catalasas), fundamentales en la activación del oxígeno de las reacciones biológicas", apunta.

"El 25% del hierro restante está almacenado en forma de ferritina y hemosiderina, constituyendo nuestro depósito de reserva", señala el hematólogo.

HEMO Y NO HEMO.

Obtenemos hierro a través de los alimentos. Este puede ser de dos formas: hemo y no hemo. El hierro hemo está presente en carnes rojas, vísceras, carnes blancas y pescado. Por su parte, el hierro no hemo se halla en alimentos de origen vegetal, en los huevos y en la leche.

"La principal diferencia entre ambos tipos de hierro que incorporamos a través de la dieta es su biodisponibilidad (la proporción de un nutriente que nuestro organismo absorbe de los alimentos), que es mayor en el hierro hemo", explica el doctor Cabañas.

El especialista afirma que, por esta razón, se recomienda una dieta rica en carnes rojas como ternera o buey cuando se tiene déficit de hierro.

"En condiciones normales, hay un balance equilibrado entre pérdidas y absorción de hierro", comenta.

"Las pérdidas fisiológicas diarias de hierro se producen por descamación de células desde el intestino, el tracto urinario y la piel. Son aproximadamente de 1 mg/día en el varón y de 1,5 mg/día en la mujer, teniendo en cuenta las pérdidas menstruales", detalla.

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En este sentido, el hematólogo indica que la cantidad diaria de hierro recomendada es de entre 10 y 15 mg al día, ya que el organismo solo absorbe el 10% del hierro que ingerimos a través de los alimentos.

Asimismo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) exponen que la cantidad de hierro absorbida a través de la dieta depende de diferentes factores.

De este modo, señalan que los alimentos que contienen vitamina C mejoran la absorción del hierro no hemo cuando se toman en la misma comida.

En cambio, sustancias como los polifenoles, los fitatos o el calcio, que forman parte de alimentos y bebidas como el té, el café, los cereales integrales o la leche, pueden disminuir la cantidad de hierro hemo que el organismo absorbe de una comida.

"Sin embargo, por lo general, para las personas sanas que siguen una dieta equilibrada, la cantidad de hierro inhibida debido a estas sustancias no es motivo de preocupación", destacan los CDC.

EL PELIGRO DE LA FALTA DE OXÍGENO.

Esta entidad apunta que otros factores, como la toma de antiácidos en dosis superiores a las recomendadas o los medicamentos usados para tratar la úlcera péptica o el reflujo gastroesofágico, pueden reducir la cantidad de ácido en el estómago y el hierro absorbido y causar así un déficit de esta sustancia.

"Un nivel deficitario de hierro, que se denomina ferropenia, es una de las múltiples causas que pueden dar lugar a una anemia", aclara el doctor Cabañas.

El hematólogo subraya que la anemia consiste en "un descenso de la concentración de la hemoglobina situada en el interior de los glóbulos rojos por debajo de los límites fisiológicos".

En este sentido, el facultativo expone que cuando una persona presenta anemia, cualquiera que sea su origen, el adecuado transporte de oxígeno a todos los tejidos del organismo se ve comprometido en mayor o menor medida y aparecen una serie de signos y síntomas que se conocen como síndrome anémico.

El doctor Cabañas detalla que la falta de oxígeno en el sistema muscoloesquelético "produce cansancio, debilidad, dolor muscular, calambres, entre otros síntomas".

En el sistema nervioso central los síntomas de la falta de oxígeno "comprenden dolor de cabeza, mareos, somnolencia o insomnio, falta de concentración, irritabilidad, acúfenos y alteraciones de la visión, entre otros", añade el especialista.

"En el aparato digestivo la falta de oxígeno causa nauseas, digestiones pesada y estreñimiento. En el aparato genital da lugar a amenorrea y disminución de la libido y, en el aparato cardiocirculatorio, provoca sensación de falta de aire, palpitaciones, pérdida de conocimiento. En situaciones de anemia severa, incluso angina de pecho", expresa el especialista.

Además, el hematólogo comenta que hay algunos signos que pueden hacernos sospechar de forma más específica una carencia de hierro como las alteraciones epiteliales (atrofia de epitelios y mucosas, estomatitis, glositis, etc.)

"Es típica la queilitis angular (rágades), una mayor frecuencia de la caída del cabello y la fragmentación de las uñas", añade.

HAY QUE BUSCAR EL TRATAMIENTO DE LA CAUSA.

Ante la sospecha de déficit de hierro, debe ser un profesional médico quien, una vez realizadas las pruebas pertinentes, diagnostique la deficiencia y determine su causa.

"El principal objetivo es el tratamiento de la causa que propició el estado deficitario de hierro. Por ejemplo, si la razón es una dieta con poco contenido en alimentos ricos en hierro, recomendaremos aumentar la ingesta de los mismos. Si, por el contrario, en el estudio diagnóstico identificamos una úlcera a nivel gástrico, el objetivo primario debe dirigirse a curar la úlcera y evitar las pérdidas hemorrágicas", indica.

"Al mismo tiempo y una vez documentado el déficit de hierro, debe iniciarse un tratamiento sustitutivo con suplementos orales (sulfato ferroso o hierro liposomado) que asegure la repleción de los depósitos y la normalización de la cifra de hemoglobina en el caso de que existiera anemia asociada", declara.

Pero el hematólogo destaca que en ningún caso hay que empezar a tomar suplementos de hierro sin prescripción médica, "pues podríamos provocar un retraso en el diagnóstico de enfermedades cuyo primer signo es la anemia ferropénica".

Además, el doctor Cabañas señala que los suplementos de hierro no están exentos de efectos adversos (algunos de ellos frecuentes como los que afectan al aparato digestivo) ni de interacciones farmacológicas, incluso con fármacos muy extendidos entre la población como, por ejemplo, el omeprazol.

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En este sentido, es necesario destacar que el exceso de hierro también resulta peligroso.

"Cuando el nivel de hierro excede el límite superior de la normalidad puede producirse el depósito anómalo de este metal en los órganos y tejidos del organismo, lo que provoca toxicidad y alteraciones en su función", describe el doctor Cabañas.

La hemocromatosis (exceso de hierro en el organismo) "puede provocar Diabetes Mellitus, si el depósito es a nivel pancreático; determinar una pigmentación excesiva en la piel; dar lugar a miocardiopatía por afectación cardíaca, o a cirrosis por afectación del hígado", expone el especialista.

Por todo ello, es imprescindible no tomar suplementos de hierro que no hayan sido prescritos por un médico.