La compañía norteamericana DaVita, líder en el servicio médico de atención renal de alta calidad clínica e innovación médica con 20 años de experiencia, reafirma su interés por incursionar en Panamá y se prepara para volver a presentar su oferta cuando la Caja de Seguro Social (CSS) abra el nuevo proceso de licitación.
Todos los equipos de DaVita están reconocidos por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y/o la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), lo que le ha permitido tener éxito en 12 países, entre ellos Reino Unido, Alemania, Polonia, China, Japón, Singapur, Malasia, Arabia Saudí, Brasil y Colombia.
DaVita es considerada una de las empresas del sector salud más robustas financieramente en Estados Unidos y cotiza en la Bolsa de Nueva York con un margen de capitalización de 6 mil 800 millones de dólares e ingresos consolidados por 11 mil 600 millones de dólares al cierre del 2022.
DaVita aplica a nivel corporativo un código de conducta muy estricto, el cual tiene como base la Ley estadounidense de prácticas corruptas en el extranjero, así como otras leyes anticorrupción y anti-soborno, incluidas las que prohíben el soborno comercial. Esto pone a la empresa en una posición destacada en el ámbito de transparencia y normas de gobierno corporativo.
Los representantes de DaVita sostienen que todo este respaldo, experiencia con resultados de excelencia, y la oportunidad de acceder a la última tecnología del mercado, se pondrá a disposición de Panamá y los pacientes renales.
“Nuestro interés va más allá de simplemente de ganar este acto público, sino de serle fiel a nuestra visión y misión como empresa, y estamos seguros de que tendremos la oportunidad de poder brindarle una atención integral a los pacientes renales en Panamá, cumpliendo con los más estrictos estándares de calidad y seguridad, brindándole los mejores equipos, suministros, accesorios, y una atención personalizada”, indicó la empresa.
DaVita cuenta con un récord clínico y operacional exitoso que incluye a más de 65 mil colaboradores especialistas, más de 250 mil pacientes a nivel mundial, 35 millones de tratamientos que salvan vidas, y 60 millones de resultados de laboratorio al año.
A nivel internacional, DaVita opera 352 unidades de diálisis en los 12 países en los que tiene presencia; y su centro de operaciones internacional fuera de Estados Unidos se encuentra en Londres, Reino Unido.
En Latinoamérica, la empresa tiene presencia en Brasil y Colombia, y espera entrar pronto al mercado panameño para brindar los mayores estándares de atención en salud renal desde el sistema público.
Los representantes de la trasnacional sostuvieron que el modelo de atención que aplican todas sus unidades de servicio se centra en el cuidado de los pacientes en todos los estados y situaciones, a través de su estrategia de atención de salud renal de alta calidad.
DaVita también aclaró que los equipos que pone en uso dentro de sus operaciones son garantizados y de alta calidad, destacando que los mismo cuentan con el aval la FDA y/o la EMA.
Por ello, a empresa recalcó que trabaja con todas las marcas reconocidas existentes en el mercado, siempre y cuando cumplan con las especificaciones de seguridad emitidas por los dos reguladores de salud más importantes en el mundo.
Al trabajar con varias marcas, DaVita establece que esto le permite adaptar el proveedor más compatible con las diferentes condiciones y contextos de cada operación o país, para brindar el mejor cuidado posible a cada paciente, independientemente al territorio donde la compañía brinda el servicio.
El pasado 23 de marzo, la Caja de Seguro Social (CSS) de Panamá realizó una licitación para contratar el servicio de hemodiálisis por 7 años y la construcción de 5 nuevas unidades de hemodiálisis, con un precio de referencia de 180 millones de dólares.
A este acto se presentó el Consorcio Renal DVA – Sintec, liderado por la empresa DaVita, junto a Singularity Tech Pharma Corp. y Constructora Nova S.A. de Panamá, con una oferta económica agresiva y cumpliendo con los requisitos, según la propia comisión evaluadora del proceso.
Sin embargo, la CSS, aduciendo temas de orden público e interés público, decidió suspender el proceso de contratación y anunció que llamaría a un nuevo proceso licitación.
El Consorcio Renal DVA decidió no apelar a la decisión de la CSS para permitir que el llamado al nuevo proceso de licitación no sufra retrasos, y poder participar nuevamente con una oferta competitiva en beneficio de los pacientes renales de Panamá.