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"London Road", un thriller musical y comprometido, cierra el Zinemaldia

El Festival de Cine de San Sebastián ha cerrado hoy su 63 edición con la proyección, fuera de concurso, de la película británica "London Road", un thriller musical de vocación experimental y con un fuerte mensaje político, según ha explicado su director, Rufus Norris.

Tom Hardy y Olivia Colman -que no han acudido a San Sebastián- forman parte del reparto coral de esta cinta inspirada en hechos reales: los asesinatos de cinco prostitutas en diciembre de 2006 en las cercanías de Ipswich, en el condado inglés de Suffolk.

La película, adaptación de una obra teatral que dirigió el propio Norris para el National Theatre de Londres, utiliza los testimonios reales de los vecinos de la calle donde vivía el asesino, recogidos por la guionista, Alecky Blythe, y llevados a una partitura por el compositor Adam Cork.

La idea era profundizar en qué sucedió en el vecindario una vez que las cámaras de televisión se retiraron y el caso dejó de acaparar titulares, y contar cómo trataron de superar el miedo a través de iniciativas conjuntas, como un concurso de jardinería.

"London Road es la historia de una comunidad que trata de curarse a sí misma, y en ese sentido es muy clásica", ha explicado Norris en rueda de prensa.

Lo raro es el formato elegido. "En la historia del musical, lo habitual es aproximarse al género como un producto alegre y divertido que garantice el éxito", explica Norris, "pero lo que nosotros buscábamos era redefinir los límites del musical".

Ese apetito experimental, ha admitido, está dificultando la distribución del filme.

"Es un reto, estamos teniendo reacciones y críticas muy buenas, pero es una película difícil de vender. Ahora mismo estamos trabajando el mercado americano, y los distribuidores nos dicen que les encanta, pero que no la pueden comprar", comenta.

Norris, que debutó en la dirección de cine hace tres años con "Broken", una cinta sobre las consecuencias de la violencia protagonizada por Tim Roth, hizo hincapié en el carácter político de "London Road".

Se refería a que recoge el fuerte debate suscitado en torno a la prostitución en el barrio. Hay vecinos que llegan a admitir una sensación de alivio porque después de los asesinatos, las prostitutas han abandonado London Road.

"La verdad no es siempre fácil de oír", ha apuntado Norris, que ha comparado el caso con la "obsesión" actual en Europa con la crisis de los refugiados.

"Se dan respuestas a corto plazo, por la foto de un niño muerto, pero no hay una discusión real sobre el tema", ha dicho.

La guionista Alecky Blythe ha explicado que ella parte habitualmente de la edición de conversaciones reales, y que se encontraba trabajando con un grupo de prostitutas para otra obra de teatro cuando los crímenes de Ipswich acaparaban titulares.

"Fui al barrio porque pensé que me serviría para la obra, pero me di cuenta de que ahí había otra historia diferente", ha señalado.

Los actores, incluso quienes tenían experiencia previa en musicales, han coincidido en que esto es lo más raro y difícil que han hecho nunca, pero también lo más excitante.

Anita Dobson estaba trabajando en el barrio cuando sucedieron los crímenes. "Para mí fue una vivencia muy potente. Cuando me llegaron las noticias del musical, al principio me chocó, pero ahora creo que es el mejor tributo para esas personas", ha dicho la actriz.

Michael Schaeffer ha destacado que "lo importante es que este proyecto da voz a gente que normalmente no la tiene y que entra en los efectos secundarios de las cosas que suceden".

Hasta el propio Hardy, uno de los actores del momento, se atreve a cantar en "London Road", en un pequeño papel de taxista interesado por los comportamientos de los asesinos.