Füsun insiste en darle paso a su venganza y hacerles daño a Miran y Reyyan, Gönül se le acercó y le dijo que no se atreviera a perjudicar al bebé que esperan.
Sultana, la madre de Gönül tuvo que irse pero antes le abrió los ojos con respecto a su tía, le pidió que no dejara que la pisotearan, entonces Füsun en silencio aseguró que no la matará porque lleva su sangre pero sí que le hará la vida imposible.