YAKARTA (AP). Cinco buzos europeos que fueron arrastrados por corrientes fuertes y estuvieron a la deriva durante 12 horas en aguas infestadas de tiburones, lograron llegar hasta una remota isla de Indonesia, pero allí enfrentaron otra amenaza: un dragón de Komodo.
Un integrante de la guardia costera de Indonesia dijo que los buzos, provenientes de Gran Bretaña, Francia y Suecia, pudieron alejar al lagarto gigante amenazándolo con rocas y pedazos de madera.
El guardia informó que los dragones de Komodo generalmente salen de sus refugios cuando huelen algo nuevo, incluyendo humanos, a quienes pueden llegar a matar.
Los cinco buzos fueron arrastrados por corrientes traicioneras la tarde del jueves, tras arrojarse al agua desde su bote de madera. Llegaron a tierra 12 horas después, después de estar a la deriva durante 32 kilómetros(20 millas) en aguas infestadas de tiburones.
Los buzos pasaron una noche en la Isla de Rinca antes de ser recatados.