El presidente electo de Austria, el progresista Alexander Van der Bellen, insistió hoy en que quiere trabajar para todos los ciudadanos y contra la división política en el país, manifiesta en su apretada victoria con el 50,3 % de los votos frente al 49,7 del ultraderechista Norbert Hofer.
"Se ha hablado de las divisiones en este país, entre derecha e izquierda, entre la ciudad y el campo, entre los de arriba y los de abajo, entre jóvenes y viejos. Pero creo que se puede ver así: Son dos mitades que hacen Austria y una es igual de importante que la otra", dijo el veterano político de 72 años.
"Puedo decir que tú eres igual de importante que yo. Y que yo soy igual de importante que tú. Y juntos formamos esta bella Austria", declaró.
En su primera intervención pública tras anunciarse su victoria y junto a una bandera de Austria y otra de la Unión Europea (UE), Van der Bellen insistió en que quiere ser el presidente de todos y ganarse la confianza de la mitad de la población que votó por su contrincante.
El futuro presidente se refirió a los comentarios, incluso en los medios internacionales, sobre "trincheras desgarradas" en Austria y pidió que no se dramatice sobre el tema.
"Esas trincheras existen desde hace tiempo y quizás no hemos mirado suficientemente de cerca en el pasado. Tendremos que hacerlo en cualquier caso con más interés y precisión", afirmó.
Van der Bellen dijo que el debate, e incluso la discusión política, es una buena señal de que los ciudadanos tienen interés y quieren participar.
El antiguo líder del partido Los Verdes reconoció que muchos austríacos no se siente escuchados y que será necesaria una política que no se ocupe tanto de ella misma sino con "las preocupaciones y miedos reales".
"Que en seis años, cuando termine mi mandato, que el mayor número posible de personas en Austria puedan decir: Me va bien o mejor que hace seis años. Mis hijos tienen un buen futuro", definió su objetivo.
Como presidente imparcial que quiere ser, anunció que renuncia a su militancia en Los Verdes, el partido que apoyado económica y políticamente su candidatura, pese a que oficialmente se ha presentado como independiente.
Van der Bellen será así el primer presidente de Austria que no proviene de ninguno de los grandes partidos, el Socialdemócrata y el Popular, que dominan la política austríaca desde 1945 y que actualmente gobiernan juntos en una gran coalición.
FUENTE: EFE