Nuevos estudios en Francia muestran nueva evidencia de que las vacunas más usadas contra el COVID-19 ofrecen protección fuerte contra la variante delta del coronavirus, que se está diseminando rápidamente por el mundo y es ahora la más prevaleciente en Estados Unidos.
“Ese rápido crecimiento es preocupante”, dijo. Unas pocas semanas atrás la variante delta representaba apenas una cuarta parte de los casos nuevos, pero ahora representa más de 50%, y en algunos sitios, como partes del centro del país, hasta 80%.
Los científicos en el Instituto Pasteur en Francia reportaron el jueves nueva evidencia de que la vacunación plena es clave.
En pruebas de laboratorio, la sangre de personas que habían recibido la primera dosis de las vacunas de Pfizer o AstraZeneca “apenas inhibió” la variante delta, reportó el equipo en la revista Nature, pero semanas después de recibir la segunda dosis, casi todos tenían lo que los científicos consideran un refuerzo inmunológico suficiente para neutralizar esa variante, aunque la protección fue un poco menos potente que contra versiones previas del virus.
Los científicos franceses estudiaron también a personas no vacunadas que habían sobrevivido al COVID-19 y descubrieron que sus anticuerpos eran cuatro veces menos potentes contra la nueva variante, pero que una dosis sencilla de la vacuna fortaleció grandemente su respuesta inmunológica, desatando una protección general contra la variante delta y otras dos mutaciones, dice el estudio. Eso respalda la recomendación de que los sobrevivientes de COVID-19 deben vacunarse en lugar de depender de su inmunidad natural.
Los experimentos en laboratorios se suman a datos derivados de la vida real que indican que la variante delta del virus no está evadiendo las vacunas más usadas en el mundo occidental, pero resaltan que es crucial que más personas se vacunen antes de que el virus evolucione más.
FUENTE: Associated Press