Panamá (EFE). La Policía de Panamá dispersó con gases lacrimógenos y perdigones a unos mil indígenas que cerraron la vía Panamericana en la provincia de Chiriquí, al occidente del país, en rechazo a las reformas al Código Minero que se discuten en la Asamblea Nacional, con un saldo de una veintena de detenidos y varios heridos.
Los incidentes se produjeron la tarde del lunes en el sector de río Viguí y el Cruce de San Félix, en una zona ubicada entre las provincias de Veraguas y Chiriquí, más de 300 kilómetros al oeste de la capital, donde los indígenas bloquearon la vía Panamericana, informó la Policía Nacional (PN) de Panamá en un comunicado.
La Policía detalló que los indígenas, de la etnia Ngäbe Buglé, "llevando trozos de madera y piedras", cerraron la vía a la altura del Cruce de San Félix y luego bloquearon la misma carretera en Viguí
La PN, que no informa de heridos, señaló que retuvo a 19 personas que puso a disposición de las autoridades competentes por cerrar la carretera Panamericana.
Un dirigente indígena de la Comarca Ngäbe Buglé, Fermín Jiménez, dijo a la cadena local RPC Radio que en Viguí dos de los manifestantes están "desaparecidos".
El Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales (Frenadeso), que aglutina a organizaciones populares y sindicales, denunció que la "fuerte represión" dejó un saldo de seis heridos por perdigones y tres personas que están en paradero desconocido, entre estos un menor.
Jiménez dijo que la Policía se precipitó porque los indígenas no cerraron la vía.
El líder aborigen afirmó que las protestas seguirán hasta que la discusión del proyecto sea suspendido y sometido a consulta con las autoridades tradicionales de la Comarca.
La Comarca Ngäbe Buglé, la de mayor población en el país y donde está Cerro Colorado, considerado el segundo yacimiento más grande de cobre del mundo, se opone a la explotación minera a cielo abierto dentro de sus lindes porque pondría en peligro de contaminación la flora y la fauna del lugar, además de los acuíferos y ríos.
Los grupos ambientalistas también se manifestaron en los predios de la Asamblea Nacional, donde se le da segundo debate al proyecto, mientras en la provincia central de Veraguas se celebró otra manifestación de educadores, pero no se produjeron incidentes.
Los ambientalistas exigen a la Asamblea que suspenda los debates y que se declare una moratoria para que se discuta ampliamente y sin premura con toda la población.
Además, los conservacionistas rechazan las reformas porque consideran que abren la explotación a la participación de otros estados a través de empresas multinacionales o mixtas.
El Gobierno panameño defiende el proyecto que reforma el Código de Recursos Minerales y la Ley 55 y 109 de 1973 de minerales no metálicos, porque, asegura, apunta a aumentar la regalía, el costo de los permisos, multas y las tasas que las mineras deben pagar al Estado, e incorpora el pago del impuesto sobre la renta a las mineras y también aspectos de conservación ambiental.