A través de una jornada de limpieza realizada en las riberas del río Mocambo, se logró la recolección de más de 1.5 toneladas de basura, de las cuales el 40% correspondió a plásticos PET (politereftalato de etileno), el 30% a pañales desechables y el 10% a plástico foam (espuma de poliestireno).
“Grandes cantidades de desperdicios acumulados son evidencia de la falta de conciencia de las personas (...) la resiliencia ambiental implica que con las correspondientes ayudas adaptativas, los humanos podemos ayudar a los ecosistemas en su regeneración; podemos recuperar el Río Mocambo”, indicó Yarelys Gómez, subdirectora de Resiliencia y Cambio Climático.
Agregó que estos desechos alteran el estado de la naturaleza y afectan la salud humana, con graves consecuencias a mediano y largo plazo.




