El primer ministro canadiense, Stephen Harper, expresó su satisfacción por la presencia de "todos los países" del continente americano en la VII Cumbre de las Américas que se celebra en Panamá y destacó el papel de Ottawa en la reconciliación entre Cuba y Estados Unidos.
Pero la breve intervención de Harper ignoró los principales temas de la llamada reunión de jefes de Estado y Gobierno del continente en contraste con los discursos pronunciados por los dirigentes que le precedieron, incluido el presidente estadounidense, Barack Obama.
Harper invitó a los dirigentes de los otros 34 países presentes en la reunión a que acudan este verano a Toronto donde se celebrarán los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos.
Sobre el gran tema de la reunión, el reencuentro entre Cuba y Estados Unidos, Harper expresó su satisfacción de "que todos los países del hemisferio estén aquí representados" y añadió que "quiero mencionar el papel que ha tenido Canadá para facilitar el diálogo entre Cuba y Estados Unidos".
Pero el mandatario canadiense ignoró la otra gran polémica continental, el enfrentamiento entre Estados Unidos y Venezuela, o la falta de acuerdo de la Cumbre para alcanzar una resolución final.
Precisamente, el presidente de Bolivia, Evo Morales, acusó a Canadá, junto a Estados Unidos, de bloquear la llegada a un acuerdo sobre transferencia de tecnología o lucha contra el cambio climático.