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Emplean satélites para ayudar a proteger los corales

WEST PALM BEACH, Florida, EU (AP). Los satélites están ayudando a los científicos a expandir una red virtual que registra los aumentos en las temperaturas oceánicas capaces de dañar o destruir los frágiles ecosistemas coralinos en el mundo.

La Administración Nacional de los Océanos y la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) dijo el jueves que su red Coral Reef Watch se ha expandido de 24 a 190 lugares, incluyendo los cayos de la Florida, el Caribe, el Golfo de México, los océanos Indico y Pacífico, Indonesia, Australia y Hawai.

La agencia usa instrumentos acuáticos para registrar las temperaturas oceánicas en una docena de arrecifes. El sistema expandido emplea satélites para controlar a control remoto las temperaturas del agua y otros factores sin el elevado costo de instalar artefactos.

Un mero aumento de dos grados Fahrenheit (ligeramente más de un grado centígrado) en la temperatura típica de verano puede afectar a los corales, haciendo que las diminutas criaturas marinas que forman los arrecifes expulsen las algas que viven en sus tejidos. Este fenómeno, conocido como decoloración, altera la naturaleza simbiótica del ecosistema y pone al descubierto sus esqueletos blancos.

Muchos corales pueden reponerse de una decoloración mediana y breve. Pero si se prolonga, mueren colonias enteras. La región caribeña ha perdido por lo menos el 50% de sus corales, en gran medida debido a las aguas más cálidas.

"La decoloración es una amenaza importante a la salud de los amenazados sistemas de arrecifes coralinos en la Tierra", dijo el administrador de la NOAA y vicealmirante retirado Conrad Lautenbacher. "La expansión de este termómetro vital nos ayudará a rastrear y comprender mejor y mitigar el impacto de las aguas cálidas que contribuyen al daño de la decoloración".

Con advertencias a tiempo, los científicos confían en que pueda limitarse la presión no climática a los arrecifes de coral como la interrupción temporal de la pesca en el área, la limitación al acceso público o la revocación de proyectos de construcción cercanos que puedan recubrir los corales con sedimento.

Mientras más resistentes y saludables estén los corales antes de un episodio de decoloración, mejor oportunidad tendrán de sobrevivir y recuperarse. Es lo más que pueden hacer los científicos por ahora para proteger los arrecifes coralinos, que padecen en todo el mundo por la pesca excesiva, la contaminación, el desarrollo urbano costero y el cambio climático.

"Necesitamos recopilar un nuevo cúmulo de conocimientos y comprensión acerca de lo que funciona y lo que no funciona", afirmó Roger McManus, vicepresidente de programas marítimos mundiales en Conservatio International. "Entonces podríamos tener la capacidad de mejorar nuestras acciones".

Los corales sirven como criadero y hábitat para muchas de las especies marinas del mundo y actúan como indicadores de la salud general de los océanos. Un estudio publicado el año pasado en la revista Science advirtió que si las emisiones de carbono continúan a la presente tasa anual, todos los corales podrían extinguirse dentro de los próximos 100 años.