El París erótico está desapareciendo: los sex-shops cierran para ceder el lugar a tiendas de ropa o bares para hipsters y el único museo francés del erotismo y los placeres cierra sus puertas y remata su colección.
Consoladores del mundo entero y de todas las épocas, sillas de placer, dibujos y esculturas eróticas: más de 2.000 objetos serán subastados al mejor postor este domingo por la casa de remates Cornette de Saint Cyr.
Fundado en 1998 en Pigalle --el barrio caliente de París-- por dos amigos, Jo Khalifa y Alain Plumey, un ex actor porno, ambos fascinados por el erotismo y sus representaciones artísticas, el museo del erotismo recibía cada año varias decenas de miles de visitantes.
El propietario del edificio decidió no renovar el contrato de alquiler y los dueños no hallaron ninguna otra solución viable para el museo, variante parisina de otros parecidos en otras partes del mundo, como el Venustempel de Amsterdam o el museo del sexo de Nueva York.
Sus propietarios, grandes viajeros, constituyeron durante treinta años una colección internacional que mezcla arte popular, sagrado o contemporáneo.
Muchos lotes provienen de Asia, donde el erotismo es considerado en algunos casos como una forma de filosofía. La pieza más antigua es un bajorrelieve de mármol del siglo XVIII procedente de un templo tántrico y que representa a Vishnu.
Un kamasutra indio, bronces de Pathan (Tibet), una pipa fálica tailandesa tallada en madera y representaciones de genitales masculinos y femeninos de América Latina o un autómata francés de fines del siglo XVIII y que representa a una pareja copulando, son algunos de los lotes de la subasta.
Muchos de ellos evocan la era de los prostíbulos que en Francia florecieron hasta una edad de oro a fines del siglo XIX, antes de su cierre definitivo en 1946.
El lote más original, tasado entre 7.000 y 8.000 euros, es una imponente escultura moderna de bronce de 1980 que representa a una mujer en pleno coito con un robot.