La FIFA afirmó este jueves que no reconocería una eventual Superliga europea y que vetaría de sus propias competiciones a todo jugador o club que participe en el proyecto, que gana fuerza en la prensa en los últimos tiempos.
Reaccionando a las "especulaciones mediáticas" sobre la posible creación de una competición cerrada y muy lucrativa para los grandes clubes europeos, la instancia mundial y las seis confederaciones continentales (AFC, CAF, Concacaf, Conmebol, OFC y UEFA) hicieron una declaración común para asegurar que un torneo así "no sería reconocido ni por la FIFA ni por las confederaciones".
La hostilidad de la UEFA a una Superliga europea es conocida desde hace mucho tiempo, por la amenaza que supone para su Liga de Campeones, pero la FIFA parecía desinteresada en el asunto, asegurando que se concentraba sobre todo en la reforma de su Mundial de Clubes.
La gran novedad ahora es esta contraofensiva lanzada de manera conjunta por las principales organizaciones internacionales del fútbol.
"Todo club o jugador implicado en una competición vería como consecuencia la prohibición a participar en toda competición organizada por la FIFA o las confederaciones", escribieron las organizaciones, en una iniciativa común inédita en este asunto.
Los rumores sobre una Superliga surgen y desaparecen desde hace tiempo. A finales de octubre volvieron a la actualidad cuando el entonces presidente del FC Barcelona, Josep María Bartomeu, había anunciado que el club catalán aceptaba participar en el proyecto.
Informaciones de prensa habían aludido a un apoyo de la FIFA, que habría representado una declaración de guerra a la UEFA, la más potente de sus seis confederaciones.
"Todas las competiciones deben ser organizadas o reconocidas por las instancias pertinentes en su nivel respectivo, por la FIFA a nivel mundial y por las confederaciones en el continental", afirman las organizaciones.
"En este punto, las confederaciones reconocen el Mundial de Clubes de la FIFA como la única competición de clubes mundial, mientras que la FIFA reconoce las competiciones de clubes organizadas por las confederaciones como los únicos torneos de clubes continentales", añade el texto, condenando todo otro proyecto.
Los firmantes del comunicado reafirman por otra parte que "la participación en las competiciones mundiales o continentales debe ganarse siempre sobre el terreno de juego", por lo que ello resulta incompatible con el principio de una liga cerrada.
Según varios medios europeos, la Superliga planeada podría llamarse "European Premier" y reunir de 16 a 18 grandes equipos de las principales ligas, con 'playoffs' al final de la temporada, siguiendo el modelo de las ligas estadounidenses (NBA, NFL, MLS).
Además del Barcelona, el Real Madrid es citado a menudo como uno de los promotores del proyecto, así como los grandes de Inglaterra.
Más hipotética parecería la presencia del Bayern Múnich o el Borussia Dortmund, o incluso de la Juventus y el París Saint-Germain, cuyos presidentes son cercanos a las instancias europeas.
Además de las críticas sobre la filosofía de una Superliga cerrada, que enriquecería más a los clubes más adinerados y aumentaría enormemente las diferencias en Europa, varios actores relevantes del fútbol dudan sobre la seriedad del proyecto.
La amenaza de una liga cerrada tiende además a resurgir en cada renegociación con la UEFA sobre los derechos de televisión y del formato de la Liga de Campeones, unos aspectos sobre los que se trabaja actualmente para diseñar el campeonato en su etapa posterior a 2024.