Tokio Internacionales -  27 de agosto de 2010 - 12:03

Japón permite rara visita a patíbulo para avivar debate

TOKIO ( AP ). Japón descorrió el velo que cubría su sistema de la pena capital el viernes cuando permitió a periodistas una rara visita a la principal horca de Tokio en un aparente intento por espolear el debate sobre esa práctica que tiene un gran apoyo en el país.

Todas las ejecuciones en Japón son realizadas por ahorcamiento, y no está permitida la cobertura informativa en la aplicación de la pena capital.

Los reos condenados a muerte desconocen la fecha de su ejecución hasta el último momento, mientras los parientes y los abogados son informados posteriormente. Junto con Estados Unidos, Japón es uno de los pocos países industrializados que conservan la pena máxima.

Pese a las críticas persistentes de grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional y de la mayor barra japonesa de abogados, entre la población hay escasas protestas contra las ejecuciones. Las encuestas recientes muestran un apoyo público superior al 80%.

Pero el recorrido de la prensa en el Centro de Detención de Tokio _difundido por grandes televisoras_ pareció obra de la ministra de Justicia, Keiko Chiba, quien se opone a la pena capital.

En julio, Chiba aprobó _y observó_ el ahorcamiento de dos convictos de homicidio. Argumentó que asistió como parte de su deber como ministra de Justicia.

Luego, Chiba afirmó que sigue apoyando la idea de abolir la pena máxima y, como una manera de incitar un debate público, ordenó el recorrido de los periodistas por las instalaciones.

La prensa japonesa dijo que la visita fue la primera al menos desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La ministra también prometió crear un grupo en su ministerio para analizar la pena de muerte, incluyendo la posibilidad de desaparecerla.

Varios noticiarios de la televisión japonesa mostraron escenas del recorrido, incluida la sala de ejecuciones, donde un cuadro rojo marcaba el sitio de la ejecución.

La visita no fue permitida a la prensa extranjera a pesar de las solicitudes hechas por The Associated Press y otras organizaciones de comunicación. El Ministerio de Justicia no ofreció una razón precisa.

La ubicación exacta del centro de ejecución es un secreto. Según versiones de prensa, los periodistas fueron llevados en un autobús con cortinas cerradas para que no pudieran identificar la localización.

FUENTE: Agencia AP

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