El presidente de Costa Rica Luis Guillermo Solís lanzó el miércoles una crítica inusualmente dura a las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad y la exhortó a que nombre a una mujer para que dirija el organismo como señal de coherencia con su prédica a favor de la igualdad de género y de su disposición a encarar una reforma profunda que la ponga a tono con los tiempos.
Llegó la hora de "traducir en hechos lo que hasta ahora casi solo han sido palabras, (de) que se exija congruencia entre lo que se dice y consistencia con lo que se hace", dijo Solís ante la Asamblea General de la ONU.
El mandatario exhortó a que la elección del próximo secretario general sea "más democrática" y a que se postulen más mujeres para el cargo.
"Ha llegado la hora para que la Secretaría General sea ocupada por una mujer", manifestó. "Reconozcamos la gran capacidad, competencia y compromiso de las mujeres en todos los ámbitos y emitamos una señal inequívoca... de que esta organización es congruente con lo que predica en materia de equidad y empoderamiento de las mujeres y niñas".
Solís dedicó casi todo su discurso a analizar las falencias de la ONU y las formas que se la puede hacer más efectiva. Sus críticas llamaron la atención ya que no vienen de un gobierno radical habituado a cuestionar las instituciones internacionales y reflejan el creciente malestar de la comunidad mundial con el funcionamiento del organismo y con el poder que ejercen los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad con poder de veto.
"No puede seguir teniendo más peso la opinión de un solo miembro permanente que la necesidad de salvar vidas", expresó Solís al pedir que esas cinco naciones --Estados Unidos, Rusia, China, Francia y el Reino Unido-- se abstengan de usar el veto en situaciones de genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. "Cuando un miembro permanente usa el veto o la amenaza del veto en tales circunstancias, abandona y desprecia públicamente el derecho de las víctimas a la justicia y a la paz, y socava los esfuerzos internacionales para ponerle fin a la impunidad".
"El veto traiciona la confianza que millones de personas depositan en las Naciones Unidas como su última esperanza", acotó.
Recordó seguidamente que Costa Rica apoya la propuesta de Francia para restringir el veto en caso de atrocidades masivas.
Para Solís, el Consejo de Seguridad "tiene un enfoque inadecuado para la prevención de conflictos y allí donde actúa, con frecuencia Io hace demasiado tarde".
Aludía, según dijo, a casos como los de Libia, Mali, la República Centroafricana, Somalia, Sudán, Sudán del Sur y Yemen, las migraciones masivas de gente que le huya a la violencia y la pobreza, y a la violencia sexual o de género, entre otras cosas.
"Ninguna de estas crisis detonó sin previo aviso", dijo Solís al cuestionar la pasividad de la ONU. "Se gestaron a base de años -y a veces decenios- de agravios contra la dignidad y los derechos humanos, ejecutados por gobiernos e instituciones deficientes o corruptas".
El mandatario costarricense pidió asimismo que no se permita a los gobiernos que violan los derechos humanos esconderse detrás del argumento de la soberanía.
"Algunos intentan tergiversar los propósitos y principios de la Carta (de la ONU) afirmando, por ejemplo, que las violaciones de los derechos humanos no guardan relación alguna con la paz y la seguridad internacionales o que la soberanía excluye el compromiso de esta organización con dichas cuestiones", señaló, para agregar: "La soberanía no debería continuar siendo una excusa más para que la comunidad internacional cruce sus brazos y sea testigo mudo de un teatro sangriento. Cuanto menos se considere a la soberanía como un muro o un escudo, más posibilidades tendremos de cumplir con nuestra responsabilidad de proteger a la población civil".
FUENTE: AP