La Policía neozelandesa espera recibir miles de armas de fuego como parte del plan de entrega de armamento prohibido tras el atentado terrorista de mediados de marzo contra dos mezquitas en Christchurch, informó hoy el subcomisionado Michael Clement.
"Pueden ser diez mil o más", declaró el mando policial en una rueda de prensa celebrada en Wellington y retransmitida por Radio New Zealand, en la que reconoció que "queda mucho trabajo por delante".
Clement hizo estas declaraciones después de que la noche anterior el Parlamento neozelandés aprobara el endurecimiento de la tenencia de armas semiautomáticas como respuesta a la matanza de cincuenta personas perpetrada por el australiano Brenton Tarrant en dos mezquitas de la ciudad de Chirstchurch.
La enmienda, que entrará en vigor el viernes, incluye la prohibición de armas semiautomáticas; de piezas, cartuchos y municiones que pueden emplearse para modificar armas y convertirlas en semiautomáticas; así como de escopetas con una capacidad de más de cinco cartuchos.
Para hacer cumplir la nueva ley, el Gobierno ha declarado una amnistía que ofrece a los dueños de las armas prohibidas la oportunidad de entregarlas hasta el próximo mes de septiembre, aunque el Gobierno podría amplíar el plazo.
El plan de recuperación del armamento, que debe ser ultimado en los próximos días, incluye una compensación económica por las autoridades que podría costarle al erario hasta 200 millones de dólares neozelandeses (unos 120 millones de euros o 135 millones de dólares).
La Policía neozelandesa, que también está tratando de delimitar las excepciones a la ley, ha pedido a los dueños de las armas que se registren por internet, las mantengan en un lugar seguro y esperen con paciencia a que las fuerzas del orden estén listas para recogerlas de forma segura, en lugar de acudir a entregarlas ellos mismos.
FUENTE: EFE