Los argelinos se manifestaron contra el poder por 19º viernes en la capital del país, en medio de un fuerte despliegue policial.
La policía desplegó un importante dispositivo formado por numerosos policías de uniforme y de civil, un centenar de furgones, como cañones de agua y grúas antibarricadas. También usó gases lacrimógenos para replegarse tras haber ido a detener a un manifestante que llevaba una bandera bereber, lo que provocó la ira de los manifestantes.
Ahmed, un manifestante de 54 años, afirmó estar "impresionado ante el número de policías". "Nunca vi esto. Quieren meternos miedo, pero se equivocan, el miedo lo hemos dejado atrás", declaró a la AFP.
También se registraron manifestaciones en otras ciudades del país, según el portal de información Tout sur l'Algérie (TSA). Todas las marchas se dispersaron, sin incidentes, al final de la tarde.
El general Ahmed Gaíd Salah, que se convirtió en el hombre fuerte del país desde que las protestas empujaron al presidente Abdelaziz Buteflika a dimitir el 2 de abril, dio orden la semana pasada de perseguir a quienes se manifiesten con la bandera bereber.
En Argel, 18 manifestantes fueron detenidos en posesión de banderas bereberes en la última manifestación semanal del viernes 21 de junio, acusados de "violación de la unidad nacional", lo que podría costarles 10 de cárcel. Se encuentran en detención provisional.
El viernes, los agentes efectuaron numerosos controles de identidad y una decena de personas fueron detenidas, sin que quedaran claras las causas, según un periodista de la AFP sobre el terreno.
Esta semana, el general Gaid Salah, que durante 15 años fue una importante figura de la presidencia de Buteflika (1999-2019), instó a los argelinos a "entender" las decisiones del ejército, mientras que los manifestantes reclaman cada semana que el jefe del Estado Mayor abandone el poder y se instaure un "Estado civil, no militar".
Los manifestantes exigen que se establezcan unas instancias de transición en las que no participen los otrora fieles de Buteflika, que se encargarían de reformar el país antes de que se celebren elecciones presidenciales, algo que el ejército rechaza.
FUENTE: AFP