La cifra de muertos en India por la COVID-19 podría ser diez veces mayor de la que se informa oficialmente, de acuerdo a las reveladoras fotos que exponen las terribles consecuencias del brote en el país, con crematorios masivos al aire libre que no dan abasto.
Las infraestructuras sanitarias de la India se han visto afectadas por una segunda ola de coronavirus que triplica la primera, y los médicos apuntan a una nueva variante que se considera más infecciosa.
A principios de año, el país creía haber superado la pandemia con una campaña de vacunación masiva. Se redujo el uso de mascarillas y el distanciamiento social dejó de ser prioridad, al tiempo que las multitudes regresaron a los festivales religiosos, mítines electorales y partidos de críquet.
Sin embargo, nuevamente las ciudades volvieron a cerrarse, los medicamentos antivirales como el redivir se venden en el mercado negro y los tubos de oxígeno son saqueados.
Aunque las infecciones en la India han aumentado más que en cualquier otro país del mundo, las autoridades informan cifras de muertes llamativamente bajas.
Un análisis del Financial Times citado por Daily Mail reveló que en la provincia de Jamnagar, en Gujarat, 100 víctimas de COVID-19 fueron cremadas, pero sólo se registró oficialmente una muerte por coronavirus.
Nueva Delhi, con 29 millones de habitantes, tiene menos de 100 camas disponibles para pacientes que requieren respiradores y menos de 150 para los que necesitan cuidados intensivos.
El miércoles se suministraron cerca de 500 toneladas de oxígeno a Delhi, pero no llegaron a las 700 toneladas diarias necesarias.
Un caos similar ocurre en todo el país, con personas desesperadas que acuden a las redes sociales para pedir camas, oxígeno o medicamentos.