El presidente de Venezuela Nicolás Maduro condicionó este viernes su participación en una nueva negociación que planteó Juan Guaidó a recuperar fondos bloqueados en el extranjero y el control de la petrolera estatal Citgo, entregados al líder opositor.
Reconocido en 2019 como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, Guaidó planteó una negociación con observación internacional para que se organicen elecciones presidenciales y parlamentarias a cambio del "levantamiento progresivo" de sanciones contra el país.
El dirigente controla activos de Venezuela en Estados Unidos, incluida la refinadora Citgo, filial de la petrolera estatal PDVSA, después de que Washington -su principal aliado internacional- se los cediera tras reconocerlo como presidente interino por considerar que el segundo mandato de Maduro es ilegítimo por las irregularidades electorales.
Ante la propuesta opositora después de meses negando cualquier posibilidad de retomar conversaciones, Maduro respondió estar dispuesto a hablar "donde quieran y como quieran", sin referirse a la propuesta de nuevos comicios de presidente.
Además, el mandatario pidió que "esa oposición extremista renuncie al camino del golpismo, del intervencionismo y de llamar a invasiones contra el país" y "reconozca" los "poderes legítimos" de Venezuela, hoy controlados en su totalidad por el chavismo.
"Y eso es empezandito. ¿Quieren hablar? Yo quiero hablar", reiteró el gobernante chavista, quien dijo desde ya estar "haciendo una agenda".
"Que venga la Unión Europea, que venga el gobierno de Estados Unidos, que venga el gobierno de Noruega, que venga el Grupo de Contacto, que vengan los que quieran venir", se abrió Maduro.
Noruega medió en 2019 fallidas negociaciones entre delegados de Maduro y Guaidó, congeladas cuando Washington intensificó sus sanciones financieras.
Y tras el fracaso de esos acercamientos, el líder chavista -respaldado por las fuerzas armadas y aliados internacionales como Rusia y China- inició conversaciones con otros sectores opositores.