Más de 60 soldados etíopes de la misión de paz conjunta de la ONU y de la Unión Africana en Darfur, la UNAMID, han sido trasladados a campamentos de refugiados dentro del país, después de que el contingente etíope pidiera asilo en territorio sudanés por el conflicto en Etiopía.
De acuerdo con Ibrahim, esta treintena de personas se suma a otro grupo de 33 soldados que ya fueron trasladados de la misma forma este domingo.
"El resto serán trasladados de manera consecutiva" en un plazo de dos días, dijo a Efe Ibrahim en referencia al resto de los 119 soldados etíopes de la UNAMID que ya pidieron el asilo para no tener que volver a Adís Abeba.
La fuente señaló que los solicitantes de asilo serán deportados por tierra desde Kasala al campamento de refugiados de Um Qarura, ubicado en la frontera con Etiopía, donde se tramitará su estatus legal para poder permanecer en el campo.
Asimismo, afirmó que estos soldados, "ya no son militares porque informaron a la comisión de refugiados de que abandonaron sus rangos castrenses".
Todos los solicitantes de asilo pertenecen a la región de Tigray, escenario de un cruento conflicto armado desde noviembre pasado entre el Gobierno central y el Frente Popular de LIberación de Tigray (FPLT), que gobernaba entonces ese territorio.
De acuerdo con una fuente de la Policía de Darfur Norte, los militares etíopes dijeron durante las entrevistas con la Comisión de Refugiados que sus familiares en la región fueron víctimas de asesinatos y otras violaciones graves de sus derechos y que los supervivientes habían huido a Sudán.
Más de 60.000 etíopes procedentes de Tigray han buscado refugio en Sudán, una parte de cuya frontera con Etiopía es con esta región, desde que comenzó el conflicto.
Las relaciones entre los dos países son tensas debido a la construcción por parte de Adís Abeba de una gran presa sobre el Nilo que preocupa enormemente tanto a Sudán como a Egipto, situados río abajo, y por un conflicto fronterizo.
La misión de paz de la ONU y la Unión Africana en Darfur concluyó el pasado 31 de diciembre tras 13 años en esta región asolada por una guerra civil entre 2003 y 2008 y todavía castigada por la violencia tribal, aunque no está previsto que complete su retirada hasta el 30 de junio.
A finales de año contaba sobre el terreno con 6.000 integrantes, 4.000 de ellos militares y, de estos, más de 2.000 eran etíopes, según fuentes de la misión.
FUENTE: EFE