Daca, Bangladés. La primera ministra de Bangladés, Sheikh Hasina, dimitió y huyó este lunes del país tras 15 años en el poder bajo presión de las multitudinarias protestas al tiempo que los militares anunciaron la formación de un gobierno interino.
En un mensaje a la nación retransmitido por la televisión estatal, el jefe del ejército, el general Waker Uz Zaman, declaró que Hasina dimitió y que los militares formarán un gobierno interino.
"El país sufrió mucho, la economía se ha visto golpeada, muchas personas murieron, es hora de acabar con la violencia", subrayó Waker.
Hasina, de 76 años, huyó del país en helicóptero, indicó a AFP una fuente cercana, que habló bajo condición de anonimato, y que precisó que primero trató de irse en auto.
Poco después, cientos manifestantes irrumpieron en su residencia oficial en Daca, la capital del país.
"Queremos un país libre de corrupción, donde todos tengan el derecho a expresar su opinión", afirmó Monirul Islam, un manifestante de 27 años que celebró en las calles de la capital, Daca.
Multitudes de personas ondearon banderas y algunos bailaron encima de un tanque el lunes, tras más de un mes de violentas protestas en este país de mayoría musulmana de 171 millones de habitantes, con una economía muy dependiente de la industria textil.
Al menos 66 personas murieron este lunes por la violencia, la mayoría en Daca, según los reportes de un hospital y de la policía, que informó que bandas lanzaron ataques contra los aliados de Hasina.
Las manifestaciones empezaron después de la reintroducción de un sistema de cuotas que reservaba más de la mitad de los empleos públicos a determinados grupos.
Los críticos afirmaron que este sistema de cuotas beneficiaría a los grupos leales al partido de Liga Awami de Hasina.
Al menos 366 personas murieron desde el inicio de las movilizaciones el 1 de julio, según un recuento de AFP basado en informes de la policía, autoridades y médicos en hospitales.
Hasina --que gobernó por primera vez entre 1996 y 2001-- volvió al poder justo después en 2009 y gobernó Bangladés en los últimos 15 años. Su último mandato, que comenzó en enero, estuvo marcado por el boicot de la oposición a las elecciones que denunció que no fueron libres ni justas.
Grupos de derechos humanos acusaron a su gobierno de utilizar las instituciones para afianzarse en el poder y acabar con la disidencia, entre otros mediante ejecuciones extrajudiciales de activistas opositores.
El general Ikbal Karim Bhuiyan, un respetado exjefe del ejército, llamó el domingo a retirar las tropas de las calles y autorizar las protestas, un gesto que se interpretó como desafío a Hasina.
Los soldados y la policía no siempre intervinieron para frenar las protestas del domingo, a diferencia de lo ocurrido en el último mes.