EAST RUTHERFORD, Nueva Jersey (AP). Kelly Pavlik defenderá sus títulos de los medianos por el Consejo y la Organización Mundial de Boxeo (CMB y OMB) en diciembre, al enfrentarse a Paul Williams, en una pelea prevista originalmente para octubre, antes de que se presentara una infección bacterial en la mano del monarca.
Hicieron falta dos cirugías, pero Pavlik dijo el martes que su mano está mejor. Es su orgullo el que se encuentra golpeado.
"Tengo todavía mucho que demostrar", dijo Pavlik en un salón de las instalaciones en que entrenan los Giants de Nueva York, donde se anunció oficialmente la pelea. "Incluso después de la pelea de Williams, con una actuación destacada, hay todavía mucho que demostrar". Pavlik (35-1, con 31 nocauts) suele ser criticado por permanecer con su entrenador Jack Loew, originario de su misma ciudad, en vez de buscar a alguien con más reputación, y por negarse a mudar su base de entrenamiento en Youngstown, Ohio.
Dos defensas del título, con triunfos contra el mexicano marco Antonio Rubio y ante Gary Lockett, dejaron descontentos a muchos aficionados, y Pavlik fue vencido claramente por Bernard Hopkins.
El campeón de 27 años es sumamente cortés. Nunca se niega a firmar autógrafos ni a posar para una foto. Conversa con aficionados y responde preguntas con una gran honestidad.
En la conferencia, debió asumir la defensa de sus logros.
"En el boxeo siempre hay críticas; no importa lo que hagas", dijo Pavlik, quien se inclinó hacia delante y sonó un poco exasperado. "Si venzo a Williams en forma convincente, la gente probablemente dirá que él es un wélter".
La contienda del 5 de diciembre en el Boardwalk Hall se organizó tras meses de negociaciones y luego de la suspensión ocasionada por el estafilococo que infectó la mano de Pavlik.
Williams (37-1, con 27 nocauts) esperaba pelear antes de diciembre y su promotor Dan Goossen contempló otras opciones. Pero se topó con el mismo problema que se ha presentado con Williams durante los últimos años: Nadie quiere pelear con él.
Podría ser un welter natural, pero dado que mide 1,88 metro (6 pies, 2 pulgadas), afirma que puede vencer a cualquiera de hasta 76 kilogramos (168 libras). Ha sido eludido por Shane Mosley y por el resto de los buenos peleadores en la división en que se siente más cómodo, lo que no le ha dejado más recurso que subir al cuadrilátero con el monarca de los medianos.
