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Emotiva victoria para Kvitova y Djokovic sigue a todo vapor

PARÍS (AP) — Pasmada en la cancha, Petra Kvitova reaccionó atónita tras haber alcanzado los cuartos de final del Abierto de Francia por primera vez en ocho años tras derrotar el lunes 6-2, 6-4 a Zhang Shuai.

Cuando el juez de silla se bajó para confirmar la huella en la tierra batida que había dejado su revés de dos manos, la checa desbordó su emoción. Miró al cielo de París y lanzó besos hacia la pequeña concurrencia en la cancha Philippe Chatrier, la principal del torneo.

“Me emocioné en los últimos dos puntos de mi partido”, dijo la séptima cabeza de serie. “Mis recuerdos, recuerdos felices. Aquí fue donde volvó en 2017, cuando entré a la Philippe Chatrier. No podía imaginarme estar en los cuartos de final de este Slam. Me vinieron a la meta todos los recuerdos”.

Abrirse paso entre los ocho mejores fue menos conmovedor para Novak Djokovic, dado que es algo que el número uno del mundo ha logrado cada año desde 2010.

El serbio accedió por 11ma ocasión seguida a la ronda de cuartos del Grand Slam francés, extendiendo su récord de la era abierta en Roland Garros, al vencer 6-4, 6-3, 6-3 al ruso Karen Khachanov (15to cabeza de serie), jugando con el techo de la Chatrier cerrado debido a la persistente lluvia.

Djokovic sigue a paso redoblado en esta edición. El campeón de 17 grandes no ha cedido un solo set, pero la potente derecha de Khachanov fue su primer examen exigente.

“Fue más difícil de lo que quizás el resultado muestra", afirmó Djokovic. “El resultado dice sets corridos, pero creo que estuvimos parejos en puntos”.

El siguiente rival de Djokovic saldrá del ganador del duelo entre el español Pablo Carreño Busta (17mo preclasificado) y Daniel Altmaier, un alemán que sorteó la fase previa.

A primera hora, Kvitova abundó por su emotiva reacción. Roland Garros fue donde la dos veces campeona de Wimbledon regresó al circuito hace tres años cuando un individuo entró a su residencia en la República Checa para robarle, sufriendo graves heridas en su mano izquierda.

“Han pasado tantas cosas. Volví a recordarlo todo", dijo. “Toda mi familia, la gente que me ayudó a superar un momento muy difícil”.

Y también los nervios que debió controlar para sentenciar la victoria ante la china Zhang.

En el Abierto de Estados Unidos el mes pasado, en la misma instancia, Kvitova desperdició cuatro bolas de partidos en una derrota ante la estadounidense Shelby Rogers.

“Ese fue un partido muy duro. Pese a que jugué tan bien, no pudo cerrarlo", dijo. “Había pasado tanto desde la última vez que dejaba escapar un partido con un match point. Sobre todo en un Grand Slam. Fue algo que dolió bastante”.

Desde que disputó las semifinales en París hace ocho años, su mejor resultado en el Abierto de Francia había sido la cuarta ronda en el 2015.

“Es un milagro alcanzar la semifinal aquí", dijo. “Realmente contenta de lograrlo, que pueda jugar bien en todas las superficies”.

Su siguiente rival, la alemana Laura Siegemund, nunca había superado la segunda ronda en Francia o de la tercera en las otras grandes citas. Siegemund doblegó 7-5, 6-2 a la española Paula Badosa para seguir adelante.

En el cuadro masculino, el griego Stefanos Tsitsipas (5to cabeza de serie) y el ruso Andrey Rublev (13) avanzaron a cuartos aquí por primera vez.

Tsitsipas logró su boleto tras derrotar 6-3, 7-6 (9), 6-2 al búlgaro Grigor Dimitrov (18vo preclasificado), mientras que Rublev selló el suyo con una victoria 6-7 (4), 7-5, 6-4, 7-6 (3) ante el húngaro Marton Fucsovics.