Los primeros vuelos a la isla, situada en medio del Pacífico y a cinco horas de avión del territorio continental chileno, arribarán el jueves. Por el momento sólo operan vuelos los jueves y sábados y se añadiría un tercero en septiembre, señalaron las autoridades aeroportuarias.
Los visitantes deberán presentar un PCR negativo obtenido en las 24 horas anteriores a su arribo y un pase de movilidad habilitado, lo que implica que los turistas extranjeros tendrán que homologar sus vacunas con el Ministerio de Salud chileno.
Además necesitarán una carta de un habitante de la isla o una reserva de hotel de 30 días de estadía como máximo, como parte de la normativa para la preservación de esa zona remota.
El turismo es una de las principales fuentes de ingreso de este exótico lugar polinésico conocido por sus moai, estatuas monolíticas con forma humana. Rapa Nui, según su nombre originario, permaneció cerrado al turismo durante más de 27 meses y, por encontrarse aislada, no registró casos de COVID-19 autóctonos, aunque sí hubo algunos aislados de personas procedentes de otros lugares y que fueron contenidos.
Según explicó en una entrevista con CNN Chile el alcalde de Rapa Nui, Pedro Edmunds Paoa, los 868 días sin turismo “llevó a la quiebra a la isla” que tendrá que esperar al menos hasta 2024 para recuperar los niveles de 150.000 turistas al año que registraba en diciembre de 2019, previo a la pandemia.
Edmunds Paoa también señaló que muchas personas del lugar solicitaron créditos a los bancos para prepararse para una posible reapertura en 2021 que fue finalmente postergada y que ahora deben enfrentar los pagos sin tener los recursos.
Un grupo de más de 240 personas, pertenecientes a la Marina chilena, llegaron a Rapa Nui a comienzos de junio para poner en práctica los protocolos sanitarios que se aplicarán ahora, de forma más masiva, con el regreso del turismo.
FUENTE: Associated Press