El cineasta español Pedro Almodóvar reivindicó hoy una España moderna que "sigue existiendo" pese al surgimiento de la ultraderecha, en la rueda de prensa antes de recibir el León de Oro honorífico en el Festival de Venecia.
"La España moderna claro que existe. Hay una España moderna, contemporánea, que como en casi todos los países, tiene de todo, incluso algo a lo que España se había resistido hasta ahora, que era a tener un partido, que no tenemos que exagerar su representación tampoco, de ultraderecha", opinó, al ser preguntado por ello.
El realizador manchego sostuvo que este fenómeno se ha producido en España este año, en alusión al partido Vox, aunque sin citarlo, pero recordó que la ultraderecha ya lleva "mucho tiempo" en otros países vecinos como Italia o Francia.
"De ese modo diríamos que la España contemporánea está equiparada a nivel político de la misma variedad que cualquier otro país. ¿Es moderno? Pues no sé si el calificativo moderno es la palabra justa para calificar esta situación. Esta situación es la que es", indicó.
Almodóvar recibirá el "León de Oro" honorífico de la Mostra de Venecia, que le considera el "director español más importante desde Luis Buñuel", y lo hace "muy emocionado", pues fue en este festival donde tuvo su debut internacional en 1983 con "Entre tinieblas".
Y al que después regresaría con "Mujeres al borde de un ataque de nervios" en 1988, con el que ganó el premio al Mejor Guión.
Sobre la selección de esa primera película en la sección "Mezzogiorno-Mezzanotte", el cineasta afirmó que fue "un milagro", porque al presidente del jurado de la 40ª Mostra, Gian Luigi Rondi, de la Democracia Cristiana, le parecía una historia "muy obscena".
"Afortunadamente los problemas con Rondi trascendieron a la prensa y fue imposible sacarla de la sección y provocó la empatía generalizada en el festival y en la prensa", rememoró.
También recordó cuando compitió en la Selección Oficial con "Mujeres al borde de un ataque de nervios", que finalmente no obtuvo el mayor galardón a pesar de que le expresaron personalmente su admiración dos miembros del jurado, Sergio Leone y Lina Wertmuller.
Su llegada a Venecia con el reparto de actrices, Carmen Maura, Rossy de Palma, Loles León, Chus Lampreave o Julieta Serrano, le hizo sentir orgulloso en aquel momento: "Era una imagen de una España de la que yo me sentía orgulloso, una España ultramoderna", defendió.
Aunque no se llevó el principal premio, Almodóvar siente que este "León de Oro" honorífico a su trayectoria es una cuestión de "justicia poética" por el que no se llevó con aquella película.
Por otro lado, reivindicó la temática de su cine, la defensa de la libertad sexual y de la diversidad, que a su parecer fue fruto de su afán por plasmar aquel país que salía de la dictadura en 1977: "Para mí era la vida misma", reconoció.
"Mi gran nutriente era la calle, me rodeaba de gente muy joven, y la noche. La noche madrileña era interminable, divertida, como una gran universidad en la que yo me formé. Resultado de ese momento, de la democracia española, son mis películas. Demuestran que la democracia española desde el 77 era real, yo era una demostración de ello", sostuvo.