La confianza de los consumidores estadounidenses aumentó este mes a pesar de las inquietudes por la propagación de la contagiosa variante ómicron del coronavirus.
La actitud promedio sobre las condiciones actuales disminuyó levemente, pero las proyecciones a seis meses mejoraron.
Las expectativas inflacionarias disminuyeron este mes, quizás debido a la reciente baja de los precios de la gasolina, a pesar de que los precios aumentaron en noviembre a su ritmo anual más acelerado desde 1982.
“Pese a la inflación y al ómicron, los consumidores se sienten optimistas para el 2022”, explicó Robert Frick, economista de Navy Federal Credit Union.
“Esto es reflejo del reciente impulso económico, en momentos en que hay abundantes empleos disponibles y los precios de la gasolina están bajando. Es prueba de que el gasto de los consumidores seguirá subiendo e impulsando la expansión económica”, añadió.
Este es el primer cálculo de la confianza de los consumidores estadounidenses desde que surgió la variante ómicron, amenazando la vertiginosa recuperación económica tras la recesión pandémica del año pasado.
“Viendo hacia el 2022, tanto la confianza como el gasto consumidor continuarán enfrentando vientos en contra, debido al alza de precios y al probable aumento de casos de coronavirus”, explicó Lynn Franco, directora de cifras económicas de la Conference Board.
El Departamento de Comercio reportó días atrás que el gasto consumidor disminuyó de octubre a noviembre, pero se recuperó previo a los feriados pese a la inflación y el desabastecimiento. Sin embargo, la cifra para noviembre no incluía el factor del ómicron que se detectó a finales de noviembre.
El miércoles, el presidente Joe Biden convocó a una reunión de una comisión especial para tratar el tema de las interrupciones en las cadenas de suministro, donde anunció logros en destrabar demoras en puertos y en la solución de otros problemas que habían causado escasez e inflación.
FUENTE: Associated Press