"La invasión es una herida que aún supura, y continuará haciéndolo mientras no decidamos enfrentar su realidad y consecuencias", escribió el cantautor panameño Rubén Blades en una columna dedicada a los 33 años de la invasión de Estados Unidos en Panamá, ocurrida el 20 de diciembre de 1989 con el objetivo de capturar a Manuel Antonio Noriega y que dejó centenares de víctimas y heridos.
Parte del escrito de Rubén Blades sobre el 20 de diciembre
Hoy se cumplen 33 años, aniversario de la invasión de Estados Unidos a Panamá que puso fin a la dictadura militar y al control de Manuel Antonio Noriega, es día de duelo nacional, luego de tres vergonzosas décadas de no serlo.
La fecha aún produce discusiones enconadas. Para algunos, las víctimas no poseen importancia pues "eran norieguistas", o "maleantes", gente considerada de baja calidad por vivir en barrios populares. Sospecho que reconocer la fecha los obligaría a enfrentar la pregunta del por qué no fuimos nosotros los panameños los que sacamos a Noriega, en vez del ejercito gringo. Esa misma gente habla de "liberación" y no de lo que fue, una abierta intervención militar que violó todos los preceptos de legalidad habidos y por haber. Para ellos, Noriega era un problema creado por los gringos y por eso les correspondía a ellos solucionarlo, no a nosotros. Es el tipo de estúpida consideración que imagino esgrimirán cuando nuestra corrupción civil y política, produzca el argumento legal para que los norteamericanos, apoyados por la enmienda De Concini, recobren la administración del Canal de Panamá y restablezcan lo que una vez se conoció como la Zona del Canal.
Antes de concluir con su escrito, Rubén Blades también envió un mensaje a quienes lo critican por vivir en Estados Unidos. Los invitó a leer artículo publicado el 23 de Diciembre del 2019
No finalizó sin antes, enviar un abrazo a todas las personas que perdieron a un ser querido producto de los hechos ocurridos el 20 de diciembre de 1989. Columna 20 diciembre - Apuntes desde la esquina