TOKIO (AP). La tendencia más reciente de la moda en Japón proviene de un lugar donde la mayoría de los compradores jamás la habrían buscado: una cárcel.
Delantales de algodón, bolsas y otras prendas, blasonadas con el carácter japonés que significa "cárcel" dentro de un círculo, son cortadas, cosidas y confeccionadas por los presos de la prisión juvenil Hakodate en la isla norteña de Hokkaido.
Los artículos salieron a la venta en octubre de 2006 como recuerdos para turistas y visitantes de la prisión, pero no tuvieron un éxito inmediato.
La línea de ropa ganó popularidad el año pasado, cuando una asociación financiada por el gobierno puso el logotipo en su tienda de venta directa de fábrica en Tokio, dijo Shoji Nakajima, una autoridad de la Asociación para la Cooperación de la Industria en Prisiones.
La asociación también vende centenares de otros artículos, desde mobiliario y altares portátiles hasta tazas y té verde, producidos por más de 81.000 presos en 70 cárceles japonesas como parte del trabajo obligatorio en prisión.