El matrimonio formado por el cantante Carlos Baute y Astrid Klisans no podría estar más satisfecho por la manera en que se desarrolló la ceremonia bautismal que el pasado jueves convirtió a su primogénito Markuss, al igual que sus devotos padres, en un nuevo miembro de la Iglesia Católica, ya que el pequeño hizo gala a sus escasos meses de vida de una conducta más que ejemplar delante de los familiares y amigos más íntimos de la orgullosa pareja.
"Fue un momento tan lindo, que nunca lo olvidaremos. Desde antes de que naciera, sabíamos que íbamos a bautizar a nuestro bebé porque es un sacramento muy importante para nosotros. La verdad es que es un santo, se portó muy bien y todos pudimos disfrutar mucho del momento", reveló el intérprete a la revista Caras.
La madrileña parroquia de San Manuel y San Benito fue el majestuoso escenario en el que tuvo lugar la celebración religiosa, en la que la hermana del artista, Susana, y el hermano de Astrid, Janis, ejercieron como padrinos del pequeño respondiendo así a la necesidad que tenían los padres de enmarcar el evento en su ámbito más personal. Y es precisamente esa tranquilidad de la que todos pudieron disfrutar una de las claves que hicieron que la ceremonia fuera tan especial para la diseñadora de origen letón.
"Quisimos hacer algo muy íntimo del que solo participara nuestro círculo cercano. Carlos está ahora con muchos espectáculos, así que para él fue muy emotivo vivir esta jornada con su bebé", aseguró Astrid al mismo medio, antes de confesar que el bautizo le ha llevado a apreciar aún más si cabe el papel de atento padre que juega el hombre de su vida.
"Es un gran padre, siempre está pendiente de su familia. Es un buen hombre, buen esposo, un excelente papá. Siento que la vida nos ha premiado con este hijo", se sinceró emocionada.Tras abandonar la iglesia, el matrimonio y sus invitados se dirigieron a una finca ubicada en la localidad de Villanueva de la Cañada, a las afueras de la capital española, para continuar con los festejos relativos al gran día de Markuss, un retoño que no ha dejado de dar alegrías a sus felices padres desde que llegara al mundo a finales del pasado mes de julio.
"Me emociono cada vez que recuerdo el momento en que me pusieron a mi hijo encima. Fue inexplicable, lo más grande que me ha pasado en la vida", se sinceraba la también arquitecta a ¡Hola!, antes de que su afamado marido revelara que tardó unos segundos en asimilar que había sido padre al llegar al hospital. "Le pregunté a la enfermera, ¿ese es mi hijo? Y me contestó que sí, fue muy espectacular y muy bonito".