En los últimos tiempos los fans de Justin Bieber habían visto con una preocupación creciente cómo las imágenes que le sacaban los paparazzi en su día a día le mostraban cada vez más demacrado y, en algunas ocasiones, con un rostro que delataba un profundo cansancio.
Este miércoles el portal TMZ se ha encargado de desvelar los motivos tras el mal aspecto del joven cantante para desmentir los rumores malintencionados que afirmaban que había comenzado a consumir drogas. Al parecer, la estrella del pop recibió la noticia de que padecía la enfermedad de Lyme el año pasado después de varios meses sufriendo una serie de síntomas sin explicación aparente y que le sumieron en una profunda depresión.
Ahora el propio Justin se ha pronunciado al respecto a través de sus redes sociales para confirmar esta información y mandar de paso un mensaje muy crítico a quienes aprovecharon lo que él mismo define como uno de sus momentos más difíciles en el plano personal para inventar historias sobre un supuesto problema de adicción.
"De lo que nadie se dio cuenta es de que me habían diagnosticado recientemente la enfermedad de Lyme, y no era solo eso. También estaba sufriendo un caso crónico de mononucleosis que afectó al estado de mi piel, al funcionamiento de mi cerebro, a mis niveles de energía y a mi salud en general", ha escrito en su cuenta de Instagram junto a una captura de pantalla de la noticia.
"Han sido un par de años duros, pero estoy sometiéndome al tratamiento más adecuado para mi caso que me ayudará a lidiar con esta condición por el momento incurable y muy pronto volveré a estar mejor que nunca", ha concluido.
Su batalla contra esta dolencia se recoge, al igual que su boda con Hailey y el proceso de grabación de su nuevo disco, en el documental que ha grabado para Netflix, según se ha confirmado ahora.
FUENTE: SHOWBIZ