La cantante Pink ha querido dejar muy claro que es una mujer fuerte e independiente y, sobre todo, que su sólido matrimonio con Carey Hart, con el que tiene dos hijos, se basa en el amor, en el respeto mutuo y en la voluntariedad, descartando así que entre ellos exista algún tipo de ataduras ligadas a la codependencia más tóxica.
Los dos enamorados, que se casaron en el año 2006, están especialmente encantados con su labor de padres, y aunque en ocasiones Pink se siente un poco "culpable" al no pasar con ellos tanto tiempo como le gustaría, en el fondo la intérprete sabe que está impartiendo lecciones muy positivas a sus retoños acerca de la necesidad de ser autosuficientes y de cultivar sus aficiones e inquietudes artísticas.
"Siempre me siento un poco culpable, me pasa todos los días. Soy muy dura conmigo misma en mi papel de madre, pero la verdad es que mis hijos están muy bien atendidos y entienden la situación. Son dos niños estupendos y felices, así que debo de estar haciendo algo bien con su crianza. O es que he tenido mucha suerte con ellos", ha señalado.
FUENTE: RSS