El gobierno sirio afirmó que su prioridad es la lucha contra el terrorismo y no las conversaciones de paz, en un menosprecio a la oposición respaldada por Occidente y todo intento de intervención externa.
Los comentarios formulados el jueves por el canciller sirio Walid al-Moalem provocan dudas sobre los esfuerzos de las Naciones Unidas esta semana por encontrar una salida a la guerra civil en Siria.
Lakhdar Brahimi, mediador de la ONU para esta guerra, dijo que se reuniría por separado con ambas partes en Ginebra un día después del comienzo de las conversaciones de paz patrocinadas por la ONU.
Pero al-Moallem, que está en Suiza, dijo que la Coalición Nacional Siria no representa a la oposición y que toda gestión tendiente a una solución política al conflicto de tres años era prematura.
La prioridad es "combatir el terrorismo, lo que sienta las bases para el comienzo del proceso político", afirmó, según la agencia noticiosa estatal siria.
La ONU hace una pausa de un día para ver si existe la posibilidad de que el gobierno del presidente Bashar Assad y la oposición conversen directamente por primera vez desde que la rebelión comenzó en 2011.
Las gestiones de paz tuvieron un comienzo tenso el miércoles. Las mediaciones de alto nivel han producido escasos resultados hasta ahora pero Brahimi, el mediador de la ONU que se reunía el miércoles por separado con las partes en pugna, dijo que había indicios de que podrían acceder a la ayuda humanitaria, treguas e intercambio de prisioneros.
En otro escenario suizo, el Foro Económico Mundial en Davos, el presidente iraní Hasán Ruhani propuso el jueves nuevas elecciones en Siria y dijo que su país respetará los resultados.
"La mejor solución es organizar elecciones libres e imparciales en Siria", y una vez que se emitan los votos "todos deberíamos aceptar" el resultado, dijo.
Irán, aliado estrecho de Assad, no fue autorizado a participar en las conversaciones de Suiza para poner fin a la guerra civil siria.
Por lo menos 130.000 personas han muerto en la lucha que comenzó con un alzamiento popular pacífico contra el régimen de Assad, según activistas, que son los únicos que siguen haciendo el recuento de las bajas. La lucha en Siria se ha convertido en una guerra de poder ente las potencias regionales Irán y Arabia Saudí, y ha tomado tintes de la Guerra Fría por el hecho de que Rusia y Estados Unidos apoyan bandos contrarios.
Los indicios de que se alcancen soluciones negociadas eran limitados después de 12 horas de reuniones y discursos el miércoles.
"No nos hacemos ninguna ilusión; todo lo que han hecho hasta ahora es ignorar la realidad, rechazar todo y engañar", dijo Burhan Ghalyun, miembro de la Coalición Nacional Siria. El grupo de oposición, que tiene poca influencia sobre los combatientes en Siria, vaciló hasta último momento en decidir su asistencia a las conversaciones en Suiza.
Ghalyun dijo que esperaba poco de las conversaciones del viernes, que debían ser las primeras negociaciones cara a cara entre los representantes de Assad y miembros de la rebelión.
FUENTE: AP