Argentinos recibieron las nuevas normas para la venta de dólares con una mezcla de dudas y disconformidad sobre la posibilidad real de acceder a la preciada moneda estadounidense.
"Hay poca información y el gobierno maniobra sobre la marcha; todo dependerá de cómo se abra el grifo para la venta de dólares, si realmente se va a autorizar o no, y eso se verá día a día", dijo el lunes a The Associated Press Augusto Marcos, director en Argentina de la filial de la casa de cambios Global Exchange. En Global Exchange hubo pocas operaciones y los empleados que atendieron al público escucharon sobre todo dudas acerca de cómo será la operatoria.
El gobierno argentino autorizó el lunes la venta de dólares con fines de ahorro para los particulares que cuenten con ingresos declarados y que ganen por lo menos 7.200 pesos (900 dólares) netos mensuales. Según la medida publicada en el Boletín Oficial, se puede destinar hasta 20% del salario a la compra de divisas. Por otro lado hay un tope de compra de hasta 2.000 dólares al mes.
Roberto Maidana, encargado de un supermercado de origen chino en el centro de Buenos Aires, cuestionó el mínimo de ingresos mensuales que estableció el gobierno para poder adquirir dólares, la moneda en la que tradicionalmente ahorran los argentinos y en la que se refugian cuando hay inflación y en épocas de incertidumbre económica.
"El gobierno dice que quiere aflojar el cepo del dólar, pero no todos en Argentina llegan a esos 7.200 pesos", afirmó Maidana a la AP.
Para adquirir los dólares, euros o cualquier otra divisa, los particulares tendrán que pedir previamente una autorización a la Administración Federal de Ingresos Públicos, que supeditará la autorización de la compra que se podrá concretar en las entidades bancarias a los ingresos mensuales que el solicitante pueda demostrar.
Los ciudadanos podrán comprar divisas siempre que lo hagan con dinero que esté en el circuito bancario, por ejemplo en una cuenta sueldo.
Las restricciones a la compra de divisas potenciaron en los dos últimos años el mercado paralelo del dólar, donde el lunes la divisa cerró a unos 12,25 pesos, mientras que en el oficial lo hizo a 8.
Según Matías Carugati, de la consultora Management & Fit, los trabajadores informales en Argentina "representan 35% de los asalariados, más de 3 millones de personas, y el ingreso promedio de una persona ocupada es inferior a 5.000 pesos (625 dólares) por mes". El economista recalcó que tal como se preveía "esto no es una apertura total del cepo, sino parcial, y el gobierno está tratando de poner orden a la demanda de dólares, con límites".
Carugati coincidió con otros economistas en que para tener una valoración de la medida habrá que esperar a que pasen los días para ver cómo funciona el mercado de cambios.
Las restricciones a la compra de divisas potenciaron en los dos últimos años el mercado paralelo del dólar, donde el lunes la divisa cerró a unos 12,20 pesos, mientras que en el oficial lo hizo a 8.
Un vendedor ilegal de divisas que trabaja en la zona centro de Buenos Aires y que no se quiso identificar debido a que su actividad está penada dijo a la AP que con los límites en vigor muchos particulares se van a seguir volcando al mercado ilegal, donde el dólar aumentaría de valor.
Con una inflación que crece y ahora está en 28% anual, los ahorristas argentinos se han volcado al mercado en negro para atesorar divisas. El aumento del dólar en los mercados oficial y paralelo redundó a su vez en el alza de los precios en el mercado local.
Consumidores de varios supermercados manifestaron el lunes su malestar en voz alta al señalar que en el fin de semana aumentaron un mínimo de 10% los productos que no figuran en la lista de acuerdo de control de precios que el gobierno estipuló con las grandes cadenas de supermercados y negocios chinos, tal como pudo observar la AP en un relevamiento por distintos comercios. Además los clientes denunciaron el faltante de algunos productos.
Las restricciones a la compra de la moneda estadounidense comenzaron a fines de 2011 debido a la fuga de divisas. Fueron en aumento hasta que se permitieron únicamente y de forma muy restringida a los particulares que alegaban que los necesitaban para viajar al exterior, aunque debían pedir un permiso previo a la AFIP.
Pero el gobierno anunció el 24 de enero que a partir del lunes los particulares, no solo iban a poder comprar con fines turísticos, sino también con fines de atesoramiento, aunque con límites muy claros para hacerlo y seguirá rigiendo la obligación de demostrar ante la AFIP que se cuenta con ingresos suficientes para comprar las divisas.