El ex líder del ala militar de la oposición siria respaldada por Occidente rechazó el miércoles su reciente despido, y junto a varios comandantes insurgentes rompió relaciones con la oposición política en el exilio, lo que fragmentó aún más un movimiento rebelde notoriamente dividido.
La declaración del general Salim Idris se produce dos días después de que la opositora Coalición Nacional Siria anunció que Idris había sido despedido como jefe del Consejo Supremo Militar y reemplazado por el general Abdul-Ilah al-Bashir, un comandante experimentado y moderado del sur de Siria. La medida fue ampliamente vista como un intento por reestructurar el consejo militar y persuadir a los aliados occidentales de aumentar su apoyo a la principal corriente rebelde que intenta derrocar al presidente Bashar Assad.
Los combatientes moderados de la oposición se han visto eclipsados en el último año por grupos islámicos ultraconservadores y facciones extremistas que han emergido como las brigadas más poderosas en el bando rebelde.
Pero la medida también tiene el potencial de fracturar aún más las filas rebeldes y minar la poca fuerza que el consejo militar disfruta en la actualidad.
En un video publicado en línea el miércoles, Idris dijo que tras consultar con las fuerzas dentro de Siria, él y los otros 15 firmantes de la declaración rompían lazos con el consejo y el liderazgo político de la oposición.
"Hacemos hincapié en que todo lo que emana de ellos no nos concierne en modo alguno", dijo al leer la declaración.
Sentado a la cabecera de una mesa y flanqueado por hombres vestidos de uniforme, Idris dijo que ha pedido reformar la cúpula militar rebelde, e instó a todas las fuerzas rebeldes sobre el terreno congregarse bajo su mando. También acusó a algunos miembros de la oposición política y militar de tomar decisiones basadas en "intereses individuales y personales".
La mayoría de los otros hombres en el video no pudieron ser identificados de inmediato, pero entre los firmantes de la declaración estaban comandantes de frentes regionales.
No estaba claro el impacto del rompimiento de Idris con el consejo y la oposición política en el exterior, o si la fisura causada por la destitución del general podría ser reparada.
Por otra parte, en Siria, rescatistas evacuaron a 11 personas más, cristianos en su mayoría, de la asediada ciudad de Homs, dijo el miércoles un funcionario de la Media Luna Roja.
Jaled Erksoussi, jefe de operaciones del organismo humanitario, dijo los 11 personas partieron de los distritos de la ciudad vieja de Homs que están en manos rebeldes y sometidos a bloqueo gubernamental desde hace más de un año. Los bandos se disputan la tercera ciudad más grande del país.
Erksoussi dijo en entrevista telefónica desde Damasco que los 11 salieron por el paso autorizado por el gobierno, donde los aguardaban rescatistas de la Media Luna Roja que les brindaron un examen médico, alimentos y transporte.
Un millar de personas han salido de Homs desde el 7 de febrero, cuando entró en vigencia una tregua humanitaria.