Fuerzas leales al gobierno tomaron el domingo el control de un pueblo en el noroeste de Siria, cerca de la frontera con Turquía, después de tres meses de intensos combates en esta región ancestral para el presidente sirio Bashar Assad.
Facciones rebeldes islámicas lanzaron un asalto sorpresivo en la provincia de Latakia en marzo empujando a los soldados del presidente hacia el sur desde la frontera con Turquía y haciéndose con el control de unos cuantos pueblos de esta zona montañosa. Los militares, tensos por la incursión de los rebeldes en un bastión de apoyo al gobierno, enviaron refuerzos para paliar el avance y finalmente volver a tomar el control.
Las tropas progubernamentales, con ayuda del grupo extremista libanés Jezbolá, entraron a la villa de Kassab después de capturar el pueblo costero de Samra, dijo Rami Abdurrahman, director del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña.
La televisora estatal Al-Ikhbariya TV dijo que los soldados han "restaurado la seguridad y la estabilidad" en la zona de Kassab, pero no proporcionó más detalles. La cadena añadió que unidades de ingenieros estaban limpiando la zona de minas y desactivando las bombas en Kassab.
Kassab, un pueblo de mayoría armenia, se encuentra a menos de dos kilómetros (una milla) de la frontera con Turquía. La mayor parte de sus habitantes huyó hacia los pueblos del sur controlados por el gobierno sirio tras la ofensiva rebelde de marzo.
Latakia es un fuerte de la minoría alauita a la que pertenece el presidente Assad, parte de una rama del Islam chiita.