El cardenal Angelo Amato del Vaticano comenzó el acto de beatificación de monseñor Oscar Arnulfo Romero, asesinado por un francotirador en marzo de 1980.
Miles de obispos y religiosos se congregaron en una plaza del nororiente de la capital salvadoreña para honrar a quien será el primer beato centroamericano y a quien muchos denominan "San Romero de América".
En los alrededores de la plaza, en un radio de 5,6 kilómetros cuadrados, decenas de miles de salvadoreños festejaron con júbilo, entre banderas y con camisetas con la imagen y textos de las homilías del arzobispo mártir.