EEUU Internacionales - 

Peatones necesitan pasaporte para cruzar frontera a México

Entrar a pie a México por el paso fronterizo de más actividad entre el país y Estados Unidos ya no será un camino sin obstáculos para los extranjeros.

Peatones y automovilistas han ingresado generalmente a México sin trabas a lo largo de la frontera con Estados Unidos de 3.145 kilómetros (1.954 millas).

Ahora, los peatones que pasen a Tijuana desde San Diego por el cruce de San Ysidro deben elegir entre una fila para mexicanos, a los que se deja pasar, y otra para extranjeros que deben mostrar su pasaporte, llenar un formulario y, si van a quedarse más de una semana, pagar 322 pesos (unos 20 dólares) por un permiso de seis meses.

Los viajeros cumplen un protocolo similar en los aeropuertos mexicanos desde hace tiempo, pero el nuevo procedimiento en la frontera supone un gran cambio en los pasos terrestres que no fueron diseñados para interrogar a todos los que los cruzan.

"Se trata de poner en orden nuestra casa", dijo Rodolfo Figueroa, responsable de inmigración en el estado mexicano de Baja California, donde está Tijuana.

El cambio transcurrió el jueves sin problemas, en el primer día completo de operaciones. Aproximadamente una decena de extranjeros permanecieron formados de pie, siendo dirigidos por agentes que hablan inglés hacia seis cabinas de inspección. El procedimiento tardó aproximadamente 10 minutos de principio a fin.

A alrededor de 20 personas se les negó el ingreso en un lapso de seis horas debido a que no tenían pasaporte. Los agentes utilizaron su criterio para permitir pasar a otros sin el documento, advirtiéndoles que la próxima vez vengan preparados.

Susan Cox, quien tomó un autobús de Las Vegas a San Diego y cruzó caminando, se sorprendió por la medida pero fue comprensiva.

"Entre más seguridad, mejor", dijo Cox mientras se dirigía a visitar a su prometido, quien fue deportado de Estados Unidos y vive en Tijuana. "Quizá detendrán a gente que viene a México huyendo, gente que es una amenaza".

Otros no estuvieron de acuerdo. Jesús Reynosa, un taxista de Tijuana que da servicio a peatones que cruzan la frontera, dijo que ha batallado para conseguir clientes estadounidenses después de que los ataques terroristas de 2001 fortalecieron la seguridad de la frontera de Estados Unidos —ocasionando filas más largas para regresar a San Diego_, y que la violencia relacionada al mercado de drogas registrada hace varios años atemorizó a los turistas.

"Teníamos normalmente miles de estadounidenses (de visita), ahora tenemos unos cuantos. Pronto tendremos incluso menos", dijo mientras esperaba clientes.

Los automovilistas no verán cambios, y si las filas se vuelven demasiado largas, los funcionarios dicen que dejarán pasar a los peatones.

Los cambios, que se han estado fraguando durante años, ocurren en momentos en que Donald Trump se encuentra a la cabeza entre los aspirantes a la candidatura presidencial republicana. Él ha insistido en que México envía criminales a Estados Unidos y prometió construir un muro fronterizo cuyo costo deberá pagar México.

Para México, es un paso más para cerrar una ruta empleada por delincuentes estadounidenses para desvanecerse en su territorio. Los inspectores fronterizos entrarán en las bases de datos internacionales sobre crímenes.

Más de 120 estadounidenses expulsados por México este año mientras vivían en Baja California tenían órdenes de arresto en Estados Unidos, según Figueroa, delegado de Instituto Nacional de Migración. Algunos de los que estuvieron en esa situación el año pasado estaban en la lista de más buscados del FBI.

Pero las autoridades dijeron que los beneficios van más allá de parar a los visitantes no deseados. Un reciente huracán dejó varados en Cabo San Lucas al doble de estadounidenses de lo que pensaban las autoridades, dijo Figueroa, y el registro de extranjeros podría haber facilitado la identificación de aquellos que necesitaban ayuda.

Figueroa dijo que México puede procesar inicialmente unos 1.000 extranjeros por día, frente a cerca de 50 que procesa actualmente.

"Si la fila se congestiona, entonces simplemente permitiremos que ingresen todos", señaló. "Si no podemos revisar a todos, no lo haremos".

Figueroa dijo que se cree que San Ysidro es el primer cruce terrestre de Estados Unidos que tiene una fila separada para que extranjeros muestren su pasaporte y que servirá como un modelo para otros conforme sean mejorados.

Aurora Vega, una vocera del Instituto Nacional de Migración, remitió las preguntas a otros departamentos. Funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores y de la Embajada de México en Washington no tuvieron de inmediato un comentario sobre la medida.